El Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha comienza su andadura legislativa tras la toma en consideración. El acuerdo entre PP y PSOE ha contado con los votos a favor de Sumar y las abstenciones del resto de grupos parlamentarios, salvo Vox, que ha votado en contra tras un bochornoso espectáculo, y Unión del Pueblo Navarro. 288 votos a favor, 34 en contra y 13 abstenciones del total de 335 votos emitidos en el Congreso de los Diputados.

Paco Núñez, líder del PP de Castilla-La Mancha, Ana Isabel Abengózar, portavoz del PSOE en las Cortes regionales, y Emiliano García-Page, presidente de la Junta, han sido los tres comisionados encargados de defender la propuesta de reforma del Estatuto.

Las tres intervenciones han encontrado varios puntos en común, como que el Estatuto blinda los servicios básicos y supone adaptar al siglo XXI la principal norma legislativa de Castilla-La Mancha. Para Paco Núñez, un punto de inflexión sobre el que comenzar un nuevo cambio, el que espera liderar, mientras que, para el PSOE, tanto Abengózar como Page señalan el amplio consenso social con el que ha contado el nuevo Estatuto.

El texto, aparte del rechazo frontal de Vox, ha contado con las críticas, a pesar de que sus votos no han sido negativos, de Podemos y Sumar. La formación morada ha anunciado algunas de las enmiendas que presentará, como el aumento de la horquilla del número de diputados, como mínimo, hasta los 47, o la creación de una circunscripción única. Medidas electorales que evidencian los intereses de Podemos en Castilla-La Mancha.

Sumar, por su parte, ha pedido, en un discurso vacío de contenido e identidad castellanomanchega, blindar aún más los servicios públicos. De hecho, su portavoz, Engracia Rivera, ha llegado a confundir un municipio cordobés, como Pedro Abad, con una localidad castellanomanchega, a la que sólo ella sabe que se refería.

Ambas formaciones han centrado su discurso en el ámbito nacional, aludiendo a problemas como la vivienda o el aborto, que solamente afectan a Castilla-La Mancha de forma derivada de un problema nacional. Javier Sánchez Serna, encargado de criticar el texto por parte de Podemos, ha aludido en varias ocasiones al presidente de Castilla-La Mancha, y aunque el propio Page no ha podido responderle en la tribuna de oradores, sí que en una atención posterior a los medios de comunicación ha asegurado que “no hemos venido a hablar de Page”, pese a que Podemos y Sumar así lo pensaban.

El proyecto, o era de consenso, o no era

La toma en consideración del Estatuto de Autonomía sale adelante tras un gran acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas del país, que evidencia que sí que se puede llegar a entendimientos y que sólo ha despertado las críticas de los partidos extremistas.

Page ha defendido que “lo más importante de este proyecto es que elevamos el blindaje del Estado del bienestar que durante 40 años hemos ido construyendo en Castilla-La Mancha”, además de asegurar que considera contar con la legitimidad para reformar el Estatuto después de la gran confianza política y social con la que cuenta la reforma.

“El Estado de las Autonomías no vino para hacer, ni más grande, ni más pequeña a España, vino simplemente para hacerla mejor, y con este Estatuto creemos que contribuimos a ese gran objetivo”, asegura Page. El presidente de Castilla-La Mancha completa la reflexión afirmando que el propio Estado de las Autonomías ha traído “una mezcla preciosa de diversidad que alimenta y enriquece el crecimiento, y unidad en lo esencial, igualdad, en definitiva, en los grandes servicios públicos”.

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Por parte del Grupo Parlamentario socialista ha sido el diputado por Toledo, Sergio Gutiérrez, quien ha defendido el acuerdo. Más allá de evidenciar el vago argumento de Vox, que ha preferido escenificar a debatir, Gutiérrez se ha mostrado “orgulloso” del nuevo Estatuto.

El también secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha ha querido destacar que el Estatuto pretende reforzar las relaciones con la Unión Europea, donde hay representados muchos intereses castellanomanchegos, como la PAC que recortan las derechas.

Además, ha querido recordar que la diferencia entre la Castilla-La Mancha de hoy y la que echaba a andar en 1982 no es solo el mero paso del tiempo, sino la suma de la Constitución, la autonomía y la propia Europa, “y la de tres presidencias en Castilla-La Mancha: la de Bono, la de Barreda y la de Page”.