La Comunidad de Madrid sigue afianzándose como la administración más crítica con la gestión del Gobierno central. El Ejecutivo liderado por Isabel Díaz Ayuso ha responsabilizado a Pablo Iglesias de las muertes en residencias, que son de competencia autonómica, a Irene Montero y Carmen Calvo de mentir a los españoles y fomentar la participación en la marcha multitudinaria del 8M, al Ministerio de Sanidad de retener en las fronteras el material sanitario encargado por el Gobierno regional y a Pedro Sánchez y el comité de expertos de operar con criterios partidistas para el cambio de fase en la desescalada. Un largo listado de lindeces al que se suma el protocolo de acogida en el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez.

Agotadas el resto de balas tras el paso del tiempo y los desmentidos de las agencias de verificación y los estamentos públicos tanto nacionales como internacionales, las llegadas de viajeros en avión son la nueva preocupación de Ayuso. Y como viene siendo habitual se responsabiliza de mala gestión al Gobierno. En este es José Luis Ábalos, ministro de Transporte y Agenda Urbana, quien ha tenido que sufrir los argumentos repletos de descalificaciones de la administración regional.

Como ha recogido ElPlural.com, la presidenta popular ha mandado una carta a Pedro Sánchez pidiéndole que se realice un protocolo de actuación en Barajas que ya lleva instalado una semana. Una carta basada en una premisa falsa que ha sido reproducidá rápida y efectivamente por el núcleo duro del PP, sin caer en la cuenta de que el propio Ábalos visitó el pasado jueves las instalaciones del aeropuerto para cerciorarse del protocolo de actuación que se seguiría cuando se levanten las limitaciones de tránsito ciudadano y se recupere la nueva normalidad.

Destaca sobremanera una de las exigencias de Isabel Díaz Ayuso. La Comunidad de Madrid considera indispensable realizar test PCR a los pasajeros, algo que es totalmente inviable y profundamente dispar con lo que reclama para los ciudadanos madrileños que quieran viajar a segundas residencias o disfrutar de una escapada vacacional hacia las costas de nuestro país.

Mientras solicita realizar test en el país de origen, teniendo que coordinar una estrategia con todos los países que operen vuelos con destino Madrid, la presidenta y su número dos, Ignacio Aguado, arremeten contra la madrileñofobia que se ha extendido en las redes sociales y que ha llegado incluso a algunas administraciones autonómicas como la gallega, también liderada por el PP.

Ayuso explicó que “los madrileños son españoles por encima de todo”, achacando el temor de otras comunidades a que llegaran madrileños a un pensamiento “del terruño”. Además, reivindicó como defensa de la libertad de movimiento que Madrid siempre ha sido “solidario, abierta y plural”. Su vicepresidente fue un paso más allá tachando de “absurdos y catetos” esos discursos insolidarios.

¿Y si los test se realizan en Madrid?

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias explicó este miércoles las dificultades de llevar a cabo estos test masivos: “Estamos hablando de hacer PCR a un avión que viene con 300 o 400 viajeros, pero están llegando un avión tras otro y a los pasajeros no se les puede tener esparcidos”. ”El Ministerio de Sanidad no es muy proclive a realizar este tipo de pruebas masivas. No obstante, las decisiones finales ya son de las comunidades autónomas”, señaló.

Además del equipo humano e instrumental que es necesario para llevar a cabo PCR a la ingente cantidad de viajeros que llegan a un aeropuerto como el de Madrid diariamente, hay que sumarle que los resultados no son inmediatos. El test da el resultado en dos o tres horas, pero si no hay capacidad para realizar los pasos, puede retrasarse días.

 El seguimiento, yendo todo bien, sería corto, pero costoso. Al margen de si España o Madrid tienen la capacidad para llevarlo a cabo, esto supondría poner a los turistas en cuarentena al menos durante unas horas. ¿Podría considerarse esta idea un “mensaje del terruño", como dijo la propia Ayuso para defender la libertad de movimientos de su ciudadanía? ¿Una catetada según el propio Aguado? Lo que parece claro es que es la nueva estrategia de la Comunidad de Madrid.