Este jueves, el Gobierno del Principado de Asturias ha anunciado una inversión significativa de 194.840 euros para fomentar la producción del emblemático queso Cabrales. Esta suma representa un incremento del 15% en la partida destinada al control y certificación de este producto, alcanzando los 156.975 euros este año, en comparación con los 136.500 euros del año anterior. Además, se mantendrá la inversión de 37.365 euros para la promoción de esta Denominación de Origen Protegida (DOP), cifra que ya experimentó un aumento del 50% el pasado año.

En la inauguración de la LII edición del Certamen del Queso Cabrales, que tuvo lugar en Arenas de Cabrales, la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, acompañada por Begoña López, directora general de Agricultura, Agroindustria y Desarrollo Rural, destacó el papel crucial de los 21 productores de la región. Llamedo subrayó que el precio medio por kilo del queso ha ascendido de 12 a 13 euros entre 2022 y 2023, con una producción total de 289.378 kilos amparados por la DOP.

El queso Cabrales sigue conquistando paladares más allá de España. Durante el último año, un cuarto de la producción total se destinó a la exportación. De manera más detallada, 54.258 kilos se vendieron en países de la Unión Europea, mientras que otros 18.086 kilos encontraron su mercado en distintos puntos del globo. Este dato no solo refleja la calidad del producto, sino también el éxito de las estrategias de internacionalización implementadas por el sector.

El Principado de Asturias refuerza su compromiso con el queso Cabrales

La vicepresidenta Llamedo, durante su intervención en el certamen, enfatizó la importancia de continuar apoyando a los productores locales y la necesidad de seguir promocionando este producto estrella de Asturias a nivel mundial. La inversión del gobierno no solo busca preservar la tradición y la calidad del Cabrales, sino también potenciar su presencia en mercados internacionales, generando así mayor reconocimiento y demanda para este queso único en su tipo.

El apoyo continuado del Gobierno de Asturias a esta DOP es un claro indicativo de su compromiso con la agricultura y la agroindustria locales, sectores clave para la economía de la región. Con estas acciones, el Principado no solo protege una parte esencial de su patrimonio gastronómico, sino que también fomenta el desarrollo rural y la sostenibilidad de sus comunidades agrícolas.