Pese a las muchas ilusiones que despierta en el Partido Socialista cualquier discrepancia en el seno del bloque conservador que gobierna la Junta de Andalucía desde enero, es poco probable que la exhibida ayer por Vox al votar en contra de PP y Ciudadanos quite el sueño al presidente Juanma Moreno, pues no en vano era la tercera vez que ocurría algo así.

Los diputados ultras sumaron, en efecto, ayer en el Pleno del Parlamento sus votos al PSOE y Adelante Andalucía para rechazar parcialmente una proposición no de ley promovida por el PP y apoyada por Ciudadanos exigiendo al Gobierno que acelere la elaboración del futuro modelo de financiación autonómica de modo que pueda entrar en vigor en 2020.

La idea del PP y Ciudadanos era meter presión al Gobierno de Pedro Sánchez, que en la pasada legislatura postergó los trabajos para armar un nuevo sistema de financiación, muy reclamado por distintas comunidades y en especial por Andalucía, cuyo Parlamento consensuó en la pasada legislatura con el apoyo de todos los grupos salvo Ciudadanos un modelo que reclamaba 4.000 millones anuales más para la comunidad.

Abajo el 'todo gratis'

Con la de ayer ya se contabilizan tres las veces –dos en Comisión y una en Pleno– que Vox ha roto la disciplina de voto del bloque que hizo posible la investidura de Juanma Moreno.

La primera vez fue el pasado 27 de febrero, cuando se votó una proposición no de ley del PSOE instando al Gobierno andaluz a mantener durante toda la legislatura la bonificación del 99 por ciento de la matrícula universitaria a los alumnos que aprueben el curso.

Votaron a favor PSOE, PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía, pero lo hizo en contra Vox, cuyo diputado Rodrigo Alonso dijo que la gratuidad aprobada por el Gobierno de Susana Díaz suponía “dar café para todos y no primar el esfuerzo”. Para Vox supone “poner al mismo nivel al que saca un 5 que al que saca un 10; hay que acabar –remachó Alonso– con el gratis total en términos de rendimiento”.

El hecho de que el consejero de Economía y Universidades, Rogelio Velasco, se haya comprometido a mantener dicha gratuidad durante toda la legislatura será un escollo significativo en la negociación con Vox para aprobar la Ley de Presupuestos, que el Gobierno enviará al Parlamento el próximo 31 de mayo. 

Arriba los toros

La segunda vez que Vox votó en contra de sus socios parlamentarios fue el pasado 11 de abril. Fue sobre una proposición de ley en defensa de los toros en cuyo rechazo coincidió con Adelante Andalucía, aunque por motivos muy distintos.

La proposición para “la defensa, preservación y reconocimiento de la tauromaquia” fue aprobada en la Comisión de Presidencia, Administración Pública e Interior del Parlamento andaluz, con los apoyos de PP, Ciudadanos y PSOE.

Adelante Andalucía la rechazó por defender demasiado los toros y Vox lo hizo por no defenderlos lo suficiente: entendía el partido de extrema derecha que la defensa de la tauromaquia requiere una norma con rango de ley y no una mera proposición no de ley que a nada obliga al Gobierno.

Un cierto viraje

Por lo demás, al sumarse ayer a la iniciativa del PP, Ciudadanos abandonaba la posición numantina que sostuvo en solitario en la legislatura anterior, cuando fue el único partido que no se sumó al documento sobre financiación autonómica pactado por PSOE, PP, Podemos e Izquierda Unida e impulsado por el Gobierno andaluz bajo la coordinación de la entonces consejera de Hacienda María Jesús Montero.

Ciudadanos argumentó entonces que no podía sumarse a una propuesta que no ponía en cuestión el sistema foral que rige para Navarra y el País Vasco, lo que los naranjas llamaban ‘el cuponazo’ antes de pactar una candidatura conservadora conjunta en Navarra para las elecciones del 28-A. También reprochaban al dictamen que no incorporara un cierto principio de ordinalidad, aunque fuera amortiguado con mecanismos de solidaridad para frenar las diferencias de financiación entre unas comunidades y otras.

Nada de eso que antes defendía tan ardientemente Ciudadanos hace un año aparece en la proposición no de ley a la que ayer dio su apoyo en la Cámara andaluza. Su diputado Pau Cambronero dijo que "la financiación debe lograr un objetivo que ahora no cumple como es garantizar la igualdad, y Andalucía debe ser motor para lograr ese objetivo equitativo". En gran medida, ese era justamente el espíritu de la propuesta andaluza que Ciudadanos rechazó en 2018.