Nada indica que Vox Andalucía como grupo o Alejandro Hernández como diputado y portavoz vayan a pedir disculpas a la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, tras el incidente de ayer en que Hernández mandó a la presidenta “a tomar por culo”.

En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el grupo parlamentario Vox Andalucía presume de haber dejado “las cosas muy claras” en la sesión de la Cámara, abandonada por todos los diputados ultras en protesta por “el ninguneo” de Bosquet a su portavoz.

“En Vox Andalucía –puede leerse en la cuenta oficial del grupo– hemos dejado las cosas muy claras. No vamos a tolerar que se nos siga comparando con Bildu, el brazo político de ETA. ¡A tomar por culo Bildu! ¡A tomar por culo ETA!”.

En declaraciones a una cadena de televisión conservadora, Hernández defendió anoche una actuación que había abochornado a muchos diputados. El portavoz dijo que Bosque debería haber “cortado la palabra a la señora Díaz. Tenía que habérmela concedido a mí o, por lo menos, decirme que esperar y que me la daría cuando ella acabara, pero no, me cerró el micrófono”.

Hernández perdió los papeles cuando intentó sin éxito tomar la palabra, indignado porque Susana Díaz se había referido a Vox como "los herederos del franquismo" y había afeado al PP que pactara con los ultras después de que los populares acusaran al Pedro Sánchez de hacerlo con Bildu.

También recalcó Hernández que el artículo 77 del Reglamento del Parlamento andaluz ampara su exigencia de que se le diera la palabra. El mencionado precepto consta de los tres puntos siguientes:

1. Cuando, a juicio de la Presidencia, en el desarrollo de los debates se hicieran alusiones que implicasen juicios de valor o inexactitudes sobre la persona o conducta de uno de los miembros de la Cámara, podrá concederse la palabra al aludido por tiempo no superior a tres minutos, para que, sin entrar en el fondo del asunto en debate, conteste estrictamente a las alusiones realizadas. De exceder estos límites, el Presidente o Presidenta le retirará inmediatamente la palabra.

2. No se podrá contestar a las alusiones sino en la misma sesión. Si el Diputado o Diputada aludido no estuviera presente, podrá contestar a la alusión en la sesión siguiente.

3. Cuando la alusión afecte al decoro o dignidad de un Grupo parlamentario, el Presidente o Presidenta podrá conceder a un Diputado o Diputada representante de aquél el uso de la palabra por el mismo tiempo y con las condiciones que se establecen en los apartados 1 y 2 del presente artículo.