Hace tan solo ocho días, la noticia era que el virus del Nilo se extendía al conocerse el dato de que a los cinco fallecimientos provocados por este agente patógeno, que causa una enfermedad infecciosa y mortal del sistema nervioso, había que añadir 53 casos confirmados en Andalucía desde el inicio del verano. Al mismo tiempo, la Plataforma del virus del Nilo advertía de que el problema “va a más” y exigía que se recurriese a la Unión Europea y a la Organización Mundial de la Salud.

Y no advertía en balde ni era alarmista dicha plataforma, pues hoy se ha conocido que el virus se ha detectado en Málaga. Es decir, de la provincia de Sevilla y Huelva, el patógeno ha saltado a la capital de la Costa del Sol, aunque también se ha detectado un caso en la población cordobesa de Montalbán cercana con la provincia de Sevilla. También la presencia del virus ha sido detectada en mosquitos capturados en los municipios sevillanos de Almensilla, Villamanrique de la Condesa, Bollullos de la Mitación y Utrera, todos ellos de la provincia de Sevilla. Estas localidades se añaden a las que con anterioridad se había detectado el virus. Ha sido la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica quien ha realizado las capturas de los mosquitos infectados entre el 23 y el 31 de julio.

Al mismo tiempo, la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Andalucía ha informado de la detección del virus del Nilo en muestras de mosquitos tomadas en el entorno del río Guadalhorce, en el distrito malagueño de Campanillas en Málaga. Ello se ha detectado por los controles de las poblaciones que se llevan a cabo de manera preventiva.

En esta información se detalla la presencia del virus en mosquitos, confirmada a partir de una serie de muestras, y en ningún caso menciona que se haya registrado la transmisión a personas. La notificación ha llevado al Ayuntamiento de Málaga a activar una nueva fase del plan municipal de vigilancia y control integral de vectores transmisores de Fiebre del Nilo Occidental.

Málaga no está considerada zona de riesgo, pero desde el Ayuntamiento se ha puesto en marcha este protocolo, elevando el nivel de riesgo de NR-1 a NR-4, lo que supone un incremento de la inspección en aguas estancadas, la aplicación de larvicidas y la colocación de más trampas en lugares en los que se confirme la presencia.

En las muestras tomadas hasta ahora por el Ayuntamiento no se ha detectado la presencia del Virus del Nilo Occidental.

Recomendaciones contra el virus

Con este motivo, el Ayuntamiento malagueño ha sugerido una serie de medidas de prevención. Entre ellas, destaca que para el control de la cría, resulta importante no guardar en el domicilio recipientes (macetas, juguetes o cubos) que puedan acumular agua y, en caso de que sea imprescindible, vaciarlos al menos una vez por semana.

Así mismo, en el caso de estanques, piscinas o fuentes ornamentales, se puede controlar su cría mediante métodos de cloración del agua o la introducción de peces que se alimenten de huevos y larvas. En el caso de explotaciones ganaderas, lo que se recomienda es evitar agua de charcos en rodadas de vehículos o caminos o fugas de agua.

Para evitar las picaduras se sugiere emplear telas mosquiteras en ventanas y puertas, vigilar cuartos de bomba con depósito de agua potable o para la recepción de aguas residuales, bajos inundables de edificios y usar ropa que cubra la piel: manga larga, pantalones largos y calcetines, principalmente a la caída de la tarde.

También es recomendable dejar la luz apagada si la ventana está abierta, ya que los mosquitos acuden a la luz; y en el exterior, procurar mantenerse alejados de espacios donde haya agua estancada sin tratar (agua no clorada), como desguaces de neumáticos, fuentes, piscinas, estanques, lavaderos, agujeros de árboles, etcétera.

Se recomienda usar repelentes contra mosquitos en casos en los que estemos en una zona donde abunden y en las horas en las que pican con más frecuencia (caída de la tarde o durante la noche). No se deben utilizar productos que no estén registrados para uso doméstico, debiéndose leer detenidamente el contenido de las etiquetas antes de utilizar el producto.

Por último, en caso de usar aerosoles (insecticidas) hay que airear bien las habitaciones. Deben estar igualmente registrados para uso doméstico. Los difusores eléctricos antimosquitos deben usarse siempre con las ventanas abiertas (al menos cuando se pernocte en la habitación).