Al consejero de Salud de la Junta, Jesús Aguirre, políticamente en apuros por su controvertida gestión de la crisis alimentaria por listeriosis, le ha estallado un nuevo incendio, pero esta vez dentro de casa.
La sección de Sevilla del Sindicato Médico Andaluz (SMA), de perfil conservador, ha difundido un severo comunicado en el que, aun con algún que otro paño caliente, critica los recortes de personal durante el verano, una práctica reiteradamente cuestionada por el PP cuando estaba en la oposición.
Para el sindicato, “la falta de sustituciones en atención primaria y en los servicios de urgencias hospitalarias han colocado a nuestro sistema sanitario en una situación límite, que se ha visto agravada por el brote de listeriosis. Solo la enorme profesionalidad y capacidad de sacrificio de los compañeros que se han enfrentado a este problema sanitario –añade– han evitado el desastre”.
Repartiendo culpas
La organización médica entiende que “el brote de listeriosis originado ha puesto de manifiesto, otra vez, los déficits estructurales del sistema sanitario público de Andalucía”, aunque a continuación pone el foco en “la facilidad con que un asunto como este puede ser instrumentalizado en los medios de comunicación”.
El comunicado sindical alude a “los errores cometidos en el manejo de la crisis, que deben ser investigados”, pero no se los atribuye a la Junta en exclusiva pese a recaer en ella las competencias sanitarias, sino a “las diversas administraciones”. De hecho, para el SMA el problema no ha sido la gestión de la crisis alimentaria por parte del consejero Aguirre, sino “una estructura sanitaria con graves carencias”, ya que “Andalucía es la comunidad de España que menos dinero por habitante dedica a sanidad”.
Un par de casos
La nota sindical relata a continuación casos concretos de carencias asistenciales, aunque no vinculadas ya con el brote de listeria:
“El pasado sábado 24 de agosto, en el servicio de urgencias de la localidad sevillana de El Garrobo, se vivió un episodio de extraordinaria gravedad: la médica que acababa de finalizar su guardia fue retenida por un piquete que exigía su permanencia en el centro. La Guardia Civil acudió para garantizar la integridad física de la compañera, aunque, para su sorpresa, no impidió que siguiera retenida. Este intolerable acto de coacción se debió a que el SAS había suspendido el servicio de urgencias en este punto por falta de médicos. Los instigadores u organizadores de este atropello deben ser identificados y asumir las responsabilidades civiles o penales que correspondan, y el SAS y las fuerzas de orden público deben impedir en el futuro que otro compañero vuelva a pasar por algo similar.
Pocos días antes, a principios del mes de agosto, un compañero de Cañada Rosal, que por error inició sus vacaciones un día antes de lo debido se quedó atónito al conocer, una vez detectado el fallo e incorporado a su puesto de trabajo, que la Guardia Civil había estado buscándolo en su domicilio. Tratado como un delincuente por confundirse en la fecha de inicio de las vacaciones. No es posible exagerar la indignación que una medida tan desproporcionada ha despertado en el colectivo médico”.
"Una situación intolerable"
De esos y otros casos, el SMA extrae este diagnóstico:
“Detrás de estos tristes y graves episodios se encuentra la escasez del presupuesto sanitario andaluz. Son las malas condiciones laborales y retributivas las que explican que la tasa de médicos por habitante de Andalucía sea una de las más bajas de España. A esta precariedad se suma ahora la provocada por la reducción de las plantillas, generando un círculo vicioso de consecuencias imprevisibles. El resultado es que los médicos de Andalucía vivimos una situación intolerable que no puede prolongarse por más tiempo. Es cuestión de tiempo, de poco tiempo, que el colectivo médico estalle”.
Finalmente, el sindicato le recuerda al Gobierno conservador sus promesas: “Esta nueva Administración ha insistido reiteradamente en la necesidad de mejorar las condiciones de los médicos y el próximo presupuesto contiene un aumento en la partida destinada a Sanidad. Necesitamos que este incremento se traduzca cuanto antes en medidas concretas, como aumentar la retribución de las guardias, poner fin a la discriminación de la exclusividad o abonar los acúmulos de cupo previstos en la Resolución de retribuciones, medidas que atraerán a más profesionales al sistema público”.