Elisa Ortiz y su marido tienen 800 cabezas de ganado de una raza autóctona, la ovina lojeña. Son expertos en las peculiaridades de una especie poco común que les sirve para ofertar cordero lechal. Saben de alimentación de ganado, periodos de cría, lidiar con enfermedades o sequía... Pero no saben gestionar ayudas económicas, trámites fiscales y manejarse por la intrincada administración ganadera-agrícola.

“Lo mío es preservar la raza, para lo otro tengo a Juanmi que me lo lleva todo al día”, cuenta Elisa desde la Venta del Rayo, una pedanía de Loja, en Granada. Juanmi es un trabajador del Centro Andaluz de Emprendimiento (CADE). Son oficinas que ofrecen asesoría empresarial y apoyo administrativo al emprendimiento. Esto engloba todo: desde una nueva panadería en el pueblo, la cría de ovejas autóctonas, una peluquería a domicilio, una zapatería o una startup universitaria de videojuegos.

No es solo amplio el espectro sectorial que atienden los CADEs, que son las oficinas de la Fundación Andalucía Emprende, es también extenso. Andalucía Emprende está presente en todo el territorio andaluz, eso incluyo numerosas zonas rurales en las que hay incluso agujeros digitales. “Si no fuera por el CADE, nosotros no salimos adelante”, dice Elisa. Pero ahora, el CADE de Loja está cerrado y si abre, lo hará con menos personal.                                                                                                 

Andalucía Emprende es la herramienta para conectar la administración con el emprendimiento empresarial. Hasta ahora, viene siendo un ente público. Pero desde las oficinas de los CADE alertan de que son un servicio en riesgo de extinción. Andalucía Emprende cuenta con 853 personas que asesoran sobre gestión empresarial, pero la plantilla hace aguas.

Denuncian una gestión deficiente

“Tengo 50 años, llevo aquí toda la vida, pero no sé si me jubilaré en un CADE, o bien porque exista o bien porque no me dé la salud”, confiesa al teléfono Silvia Franco, una de las técnicas de Granada. La situación para los trabajadores es extenuante. Franco explica que cada vez más compañeros están de baja.

Hay fallos de mantenimiento. Este pasado verano, de las 183 oficinas de Andalucía Emprende, 106 tuvieron que cerrar sus puertas por no tener servicios de limpieza y mantenimiento. De nuevo, la Junta de Andalucía tuvo problemas de licitación. Esto abocó a la plantilla al teletrabajo, pero solo se les dio un teléfono. Sin portátiles, ni medios, “las ayudas que tramitamos salen adelante por una cuestión de vocación de servicio público”, dice Franco.

Otra de las variables que aquejan a la plantilla es la doble vara de medir. Andalucía Emprende nació fruto de la fusión de dos entes diferentes en 2009. Esto se traduce en dos tipos de contratos para un mismo trabajo. Compañeros que ejercen las mismas funciones tienen salarios distintos, hasta 12 mil euros al año de diferencia.

Que no haya equiparación salarial en un ente público es posible por la ausencia de un convenio colectivo que lleva varado en la mesa de negociación colectiva más de una década. La representación sindical explica que son innumerables las reuniones que han tenido con la anterior y actual consejería, pero todo queda en “buenas palabras solamente”, pero que se desdicen con los hechos.

La Junta de Andalucía culpa a la herencia recibida

Por lo pronto, no hay dotación presupuestaria para la equiparación salarial en Andalucía Emprende y las negociaciones por el convenio colectivo siguen estancadas. Desde la Junta de Andalucía detallan que apuestan por que los CADE “sigan desarrollando la magnífica labor que desempeñan para dinamizar la economía en los territorios”.

Moreno Bonilla integró Andalucía Emprende fuera de Empleo y dentro de la Consejería de Universidad. Este 23 de noviembre, el PP, instado por la oposición mediante un Proposición No de Ley para la equiparación salarial ha votado en contra, argumentando que no se puede incrementar la masa salarial de la Fundación.

Tras 5 años en el gobierno y 6 presupuestos aprobados, el PP señala a la herencia recibida de la anterior administración socialista. No obstante, “nuestra intención, voluntad y deseo es poder resolver –la desigualdad salarial– lo antes posible”, dicen fuentes de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, emplazando una solución para la presente legislatura, lo que pretenden conseguir convirtiendo Andalucía Emprende “en medio propio”.

Por su parte, desde los sindicatos llaman a la movilización, “el lema del PP al llegar a la Junta de Andalucía era vamos a acabar con los chiringuitos, pero están dejando morir a parte del sector público instrumental de la administración para crear otros chiringuitos”, dice Paco Fernández, responsable de Función Pública de CCOO.

Es significativo que, a principios de verano, la Junta de Andalucía pusiera en marcha el Autobús del Emprendedor de Andalucía. Se trataba de un autobús que viajaba por distintas localidades rurales para ofrecer información y asesoría empresarial. El autobús era un proyecto ejecutado por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA).

“En algunos pueblos vimos como el autobús aparcó en la puerta de nuestros CADE, no podíamos creer que pusieran dinero público para ofrecer un servicio que ya damos nosotros”, evoca Silvia Franco. La información del autobús es la misma que podrían haber ofertado los cerca de 900 técnicos de los CADE andaluces.