Las condiciones de los médicos españoles siempre han sido motivo de queja por parte del gremio en el país en general, pero la brecha aumenta en territorios como Madrid o Andalucía, donde los profesionales no cesan en su empeño por conseguir mejoras laborales. A ello, hay que sumar el desprecio hacia los profesionales del que hace gala Catalina García, la actual Conserjería de Salud andaluza, que no tiene límites.

A pesar de que la suma que las retribuciones que los médicos andaluces obtienen por su trabajo son inferiores a media nacional, el departamento de Juanma Moreno Bonilla publica una información sesgada sobre los salarios en medicina para desacreditar las reivindicaciones alegando que los médicos “son unos malcriados que no dejan de quejarse a pesar de cobrar casi 100.000 euros al año”.

El Sindicato Médico Andaluz, ante esta rotunda declaración, ha denunciado otros hechos como que no se han completado sus plazas MIR de Medicina de Familia, con la consecuente pérdida de médicos en la Atención Primaria. “Qué raro, quién despreciaría un sueldo de casi 100.000 euros”, ha apostillado el SMA Sevilla.

Desprestigiar al colectivo médico y la salud de los andaluces

La Conserjería ofrece datos inflados sobre las retribuciones de sus médicos y que se traduce en un castigo que sufren los cientos de familias que dependen del Sistema Andaluz de Salud (SAS). Los sindicatos alegan que lo peor no es que la Conserjería ofrezca unos datos desproporcionados sobre el salario de sus trabajadores, sino el despecho con el que se trata a los médicos.

La evidencia de no hacer nada por aliviar su sobrecarga laboral, por limitar las agendas y por no cumplir con lo prometido en el programa electoral son algunos ejemplos prácticos de esta gestión.

¿A qué espera Juanma Moreno para actuar?

Ni un solo gesto firme. La Conserjería de Salud ha invertido millones de euros en proyectos fracasados, ha cerrado consultas y quirófanos provocando las peores listas de espera, han empleado el dinero público de forma polémica en pro de una gestión nefasta obteniendo el colapso de la Atención Primaria, y así suma y sigue.

Además de sanciones, sentencias y estadísticas vergonzosas, han accedido a regañadientes a implantar medidas correctoras cuando ya era tarde. Los conflictos de intereses y sus dispendios presupuestarios quedan recogidos en las cifras publicadas.

Más del 65% mujeres embarazadas en el punto de mira del SAS

No podía faltar la desigualdad de género. La falta de sensibilización para declarar no apta a una médica embarazada con las connotaciones adheridas que lleva a una posición cómoda y rentable a la Administración ha sido la gota -una más- que colma el vaso.

La renuncia a lo que por derecho le corresponde es otra de las salidas que la Conserjería valora especialmente, más si es una decisión “voluntaria” de la médica.

La brecha salarial y de género prospera en los servicios sanitarios andaluces

El presidente andaluz no termina de tener la intención de mostrar un firme compromiso con las comisiones de igualdad y responder por qué ellas cobran menos que los médicos, mientras se tratan medidas de ahorro durante el embarazo.

En teoría la prevención de riesgos laborales (PRL) debería caracterizarse por reunir una serie de normas y medidas destinadas a proteger la seguridad y salud de los médicos en este caso. Fue una normativa impuesta cuando España entró en la Unión Europea y que tampoco se cumple.

Lejos de homogenizar las condiciones laborales básicas del colectivo médico y pasar la criba de las Inspecciones de Trabajo, se trata, recuerdan en declaraciones a este medio, de una cultura necesaria para la actividad del trabajador y la trabajadora, repercutiendo en lo más valioso que como sociedad existe: el patrimonio humano.

El no siempre cumplimiento de esto es un motivo más de manifestaciones como la acontecida este lunes en la capital andaluza y organizada por el sindicato provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla. En este caso estaba dedicada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Militar, cuya gerencia, que depende de la gestión del Hospital Virgen del Rocío ha criticado la clausura de esta unidad, ya ejecutada, además de la prevista en el total de las instalaciones a partir del 1 de junio.

El presidente del Sindicato Médico de Granada, Francisco Javier Cantalejo, es uno de los que firman el documento publicado por el SMA en el que declara sentir vergüenza por “pertenecer a una etnia de bárbaros catetos que viven en el sur de Europa, donde las leyes de Bruselas llegan en pateras que zozobran cuando traspasan los Pirineos”.

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