El secretario general de UGT Andalucía, Oskar Martin, ha rogado al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que "tome nota" de las reivindicaciones sociales tras la concentración de miles de personas (más de 8.500 según la Subdelegación del Gobierno en Sevilla y 4.500 según la Policía Local) para reclamar "respuestas" ante los fallos del cribado del cáncer de mama y para exigir más recursos para la sanidad pública andaluza, significativamente deteriorada por las privatizaciones llevadas a cabo en la región.

"Debería ser un punto de inflexión para que cambien las políticas de externalización de servicios, se contrate más personal con estabilidad laboral y mejores condiciones. La Junta tiene que escuchar el mensaje de la sociedad andaluza que se rebela ante la situación tan grave que estamos viviendo. Ya no son dos 2.000 casos. Nosotros calculamos en toda Andalucía alrededor de 20.000 casos de mujeres afectadas por la tardanza de los datos de los cribados", ha asegurado Martin en una nota de prensa remitida por UGT Andalucía, en referencia al problema acontecido cuando se cambió la concesión del servicio: se ordenó dejar de notificar a las pacientes porque se presupuso que la nueva empresa que gestionaba los datos de los cribados lo haría, pero eso nunca ocurrió, como informó El País.

A juicio del secretario general de UGT Andalucía, "la sanidad andaluza ha llegado a un punto de colapso, y es lo que la sociedad ha querido expresar con esta movilización convocada por una asociación de mujeres con cáncer de mama, pero que hemos apoyado sindicatos, otras organizaciones de mujeres con cáncer y partidos políticos progresistas". "El sistema sanitario no puede seguir así. Esta movilización es un mensaje irrefutable para que el Gobierno andaluz tome nota y de una vez por todas se arremangue y haga un servicio sanitario eficiente de calidad", ha reivindicado.

En palabras de Martín, una de las primeras que debería tomar el Gobierno andaluz es "mejorar las condiciones de empleo de los profesionales andaluces que se están marchando por la precarización de sus condiciones laborales, por contratos de un mes o dos meses y con una carrera profesional que tampoco se está desarrollando". "No puede ser que tengamos el mayor presupuesto de la historia en sanidad y, sin embargo, tengamos los peores resultados en listas de espera y en calidad asistencial. Algo se está haciendo mal", ha sentenciado el sindicalista.

Manifestación multitudinaria contra la gestión de Moreno Bonilla en Sanidad

"Nuestra vida no puede esperar". Así de contundente ha sido el lema troncal de la manifestación con la que cientos de mujeres, muchas de ellas pacientes de cáncer de mama afectadas por la crisis de los cribados, se han concentrado este domingo frente al Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz en Sevilla, para exigir respuestas a la Junta de Andalucía por los errores detectados en el programa de detección precoz de esta enfermedad, para la que la celeridad puede suponer la diferencia entre la supervivencia y la muerte. Lo que comenzó como una denuncia de una sola asociación se ha convertido ya en un clamor colectivo que apunta directamente a la gestión sanitaria del Ejecutivo de Juanma Moreno.

Desde el mediodía, las inmediaciones de San Telmo se llenaron de pancartas, lazos rosas y testimonios de mujeres que aseguran sentirse "abandonadas" por el sistema público. La concentración, convocada por distintas asociaciones andaluzas, buscaba poner voz a miles de pacientes que han sufrido retrasos de más de un año en la realización de pruebas diagnósticas. Un retraso que, en muchos casos, ha tenido consecuencias devastadoras.

“La supervivencia política no puede estar por encima de la humana”, denunciaba ante los medios Ángela Claverol, presidenta de Amama Sevilla. “Para ellos no somos nada, pero les vamos a demostrar que somos muchas”, proclamó entre aplausos. A su lado, Anabel, una de las primeras afectadas en denunciar los fallos del sistema, relató entre lágrimas su caso: nunca fue avisada de que su mamografía había dado un resultado "no concluyente". Cuando finalmente se repitieron las pruebas, ya era tarde. "El 15 de octubre me quitaron un pecho. No es justo. Lo he perdido todo", se sinceró muy afectada.

"La sanidad pública andaluza está destrozada", denunciaban las asociaciones, que reclaman que la Junta depure responsabilidades y dote al Servicio Andaluz de Salud (SAS) de medios y personal suficientes. "El tiempo de las fotos y las promesas ya ha terminado. Las mujeres confiaron en un sistema que las ha defraudado y ha puesto en riesgo sus vidas", afeaban desde Amama.

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