Las noticias demoscópicas de Andalucía vuelven a ser malas para la izquierda y altamente satisfactorias para la derecha, que revalidaría su mayoría absoluta a pesar de la fortísima caída de Ciudadanos, cuyo botín de papeletas iría a parar mayoritariamente al PP, aunque el PSOE-A también arañaría de puñado de votos naranjas.

Los 18 diputados que pierden los naranjas irían a parar en su mayoría al PP (13); tres serían para Vox y dos para el PSOE. El 49,1% de los votantes de Cs se marcharía al PP y Vox (38,1% para los populares y el 11,0% para la extrema derecha), mientras que el 13,8% restante recalaría en el PSOE.

PP, Vox y Cs sumarían 57 escaños y el 51,1% de votos, mientras que PSOE y Unidas Podemos llegarían hasta los 52 diputados (dos más que ahora) con el 46,8% de sufragios. Teresa Rodríguez se quedaría sin representación. Son los principales datos que arroja la encuesta de NC Report para La Razón.

La mejora del PP sería espectacular: pasaría de los escuálidos 26 escaños obtenidos en diciembre de 2018 a 39 , mientras que su socio de gobierno Cs quedaría a un paso de convertirse en una fuerza extraparlamentaria: los 21 diputados de hace tres años pasarían a solo tres. Los naranjas que lidera Juan Marín no se quedan fuera del Hospital de las Cinco Llagas porque el mínimo que se necesita en Andalucía para lograr representación es el 3 por ciento de los votos, y no el 5 como en otros territorios.

Vox no puede quejarse, pero tampoco echar las campanas al vuelo. La vieja aspiración de sustituir al PP como fuerza hegemónica de la derecha queda descartada: el partido de Santiago Abascal pasaría de 12 a 15 diputados, sumando así con el PP 54, a solo uno de la mayoría absoluta.

La traumática ruptura de Adelante Andalucía también pasaría factura a sus dos fuerzas fundadoras: los 17 escaños de 2018 se quedaría en solo 13, que acapararía Unidas Podemos, mientras que la escisión encabezada por Teresa Rodríguez se quedaría fuera del Parlamento.

El 71,2% de los votos de Adelante va a parar a Unidas Podemos; el 12,5% a Teresa Rodríguez; el 9,0% al PSOE-A; y el 7,3% no votaría.

Por su parte, PSOE-A repite como fuerza más votada pasando de los actuales 33 escaños y el 27,9% de los votos a 39 con el 30,7% de los sufragios. Los socialistas repetirían, pues, la amarga victoria de 2018. La suma con Unidas Podemos se sitúa en 52 escaños, a solo cinco de las derechas. El gran reto de las dos formaciones de izqueirdas siguen siendo la movilización de su electorado.

Los populares, según el sondeo, son el partido más votado entre los mayores de 44 años. Los socialistas lideran el segmento de 30 a 44 años y Unidas Podemos es la opción favorita entre los 18 y los 29 años. La encuesta registra un 8,5% de indecisos, el equivalente a 560.000 electores.

El nivel de participación es bajo, de tan solo el 58,6%: mejora en dos puntos con respecto a las elecciones de 2018 pero se encuentra 3,7 puntos por debajo de la registrada en las elecciones autonómicas de 2015, en las que se alcanzó el 62,3% de participación. La encuesta tiene una muestra estratificada de 900 entrevistas, con un margen de error aproximado de 3,3% para datos globales.