Más de 200 personas en Sevilla, y varias decenas en Granada, según los organizadores, acudieron a las convocatorias de Europa Laica en las dos ciudades para reclamar avances hacia unas provincias, una Andalucía y una España laicas con motivo del Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia 2022. El 9 de diciembre se celebra este Día porque es el aniversario de la aprobación, durante la Segunda República, de la Constitución que proclamaba la laicidad del Estado, y también de la aprobación en Francia de la ley de separación del Estado y la Iglesia.

En Granada fue el mismo 9-D, cuando, desde las siete de la tarde, los laicistas recorrieron el centro de la capital, desde la plaza del Ayuntamiento hasta la de la catedral, y vuelta por Mesones; iban pertrechadas de paraguas, pero finalmente apenas hubo que abrirlos. En Sevilla, el ‘paseo laicista’ comenzó el 10-D a las 12:00, y recorrió desde Plaza Nueva hasta las Setas, con parada junto a la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, pues se celebró conjuntamente ésta el Día Pro Derechos Humanos.

En ambos casos, se escucharon datos, argumentos y cánticos en favor del Estado laico y de la libertad de conciencia, que se reclamaron para la provincia en cuestión y para todo el mundo. De hecho, hubo especial recuerdo y apoyo a la lucha de las mujeres en países como Afganistán e Irán. Algunos paseantes se incorporaron, en plazas y calles, a los actos festivo-reivindicativos. 

También tuvo mucha fuerza la reclamación de las decenas de miles de bienes inmatriculados, la exigencia de que el Estado no financie a las iglesias (sobre todo a la católica, que recibe ¡casi 12.000 millones de euros anuales!), que la religión salga de la Escuela y la Universidad, y que las autoridades, tanto civiles como militares, no olviden que lo son de toda la ciudadanía.

Se recordó que el laicismo reclama la derogación de los Acuerdos con la Santa Sede, la abolición del delito de “ofensa a los sentimientos religiosos”, la promoción de una ley de Libertad de Conciencia que afiance la igualdad de todas las personas con independencia de sus creencias, la aprobación de una ley de recuperación de los bienes indebidamente inmatriculados, la defensa de los servicios públicos de calidad, la revocación de los conciertos educativos, y se insistió en la salida de las asignaturas de religión del currículum escolar, pues es inaceptable que se adoctrine a la infancia.

Por último, no faltó un llamamiento a asociaciones, partidos políticos y otros colectivos, así como a todas las personas que comparten los principios del laicismo, a defenderlos para alcanzar una verdadera democracia en la que no existan las graves discriminaciones que aún padecemos en Andalucía y en toda España.