El pasado fin de semana se celebró en Sevilla el XVII Congreso del PP de Andalucía en el que la figura de Moreno Bonilla ha salido refrendada con el 99,95% de los apoyos. Un congreso en el que el máximo dirigente andaluz ha enarbolado su gestión sanitaria y ha requerido a sus compañeros y militantes 'sacar pecho' ante ello, pese al "ruido" que la oposición y la ciudadanía puedan hacer, tanto en el Parlamento como en las masivas movilizaciones, porque según arguye Moreno Bonilla, el PP es "el partido que más cuida los servicios públicos". Mientras tanto, Moreno preparaba una reorganización de la consejería de Sanidad, que tantos dolores de cabeza le ha dado durante estos seis años de Gobierno, para colocar como viceconsejero a un médico de la privada, Nicolás Navarro, al tiempo que reafirma a Tomás Burgos como viceconsejero de Presidencia, que falseó su currículum diciendo que era médico.
Movimientos tectónicos dentro de la nueva consejería que idearon Moreno Bonilla y Sanz para paliar la crisis de los cribados, la consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias, que encabeza el hombre fuerte del presidente andaluz, Antonio Sanz. La pasada semana, el propio consejero advertía que iban a producirse reformas dentro de la misma, anunciando algunas modificaciones o "cambios estéticos", como se calificó desde la oposición, dentro de la ella. Estos cambios obedecían a modificaciones en nomenclaturas de funciones y cargos más que a cambios estructurales. Por ejemplo, la inclusión de áreas como la Humanización y Calidad Asistencial, la Salud Mental y las Adicciones, así como la Tecnología y la Salud Digital.
No obstante, el principal cambio que se produce en esta nueva Consejería es que habrá dos viceconsejeros, al entender que se comparten competencias radicalmente distintas. Para la viceconsejería de Sanidad, tal y como ha publicado IdealdeGranada, Moreno Bonilla ha nombrado a Nicolás Navarro, un jefe de Urgencias de la privada y con una amplia trayectoria en el PP granadino. Tanto, que actualmente ostentaba la vicepresidencia de la Diputación de Granada y es primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Motril. Todo ello mientras ejerce como médico de Urgencias en un hospital privado, el Hospital HLA Inlaculada.
Al mismo tiempo Moreno Bonilla ha ratificado a Tomás Burgos como viceconsejero de Presidencia, pese a que forma parte de la consejería de Sanidad, y pese a conocer que falseó su currículum diciendo que era médico, cuando se descubrió que era algo totalmente falso. Además, pese a las críticas de la oposición y asociaciones sanitarias por mantener en el cargo a una persona que falseó su hoja académica admitiendo ser médico cuando estaba lejos de serlo, Tomás Burgos también recibe casi 1.500 euros mensuales dentro de las indemnizaciones para altos cargos de la que dispone la Junta de Andalucía.
Concretamente, Burgos recibe 1.469 euros mensuales para costearse el desplazamiento a su lugar de trabajo, tal y como contempla esta ayuda a altos cargos que el Gobierno de Moreno Bonilla amplió a un tope de 1.900 euros, por entender que el precio de las viviendas había subido durante los últimos años. Meses después de conocerse la polémica por el falso currículum y pese a estar inmersos en la mayor crisis sanitaria, la reorganización de Moreno Bonilla no ha contemplado prescindir de esta figura en una consejería que aúna también las competencias sanitarias.
Nicolás Navarro, un médico formado en las filas del PP
La llegada de Navarro a la viceconsejería de Sanidad tiene varias interpretaciones. En primer lugar, resulta paradójico que la ardua defensa que ha hecho Moreno Bonilla este fin de semana sobre la sanidad pública quede totalmente disipada con el nombramiento de Navarro para ser el 'número 2' en Sanidad, con la casi total capacidad para poner y disponer a su antojo.
Cuando Sanz asumió las competencias sanitarias, se describió como un perfil político ante un momento especialmente complejo para el Ejecutivo de Moreno Bonilla, marcado principalmente por la crisis de los cribados. En este caso, Navarro aúna lo mejor de las dos esferas, es un médico especialista y tiene un bajage político más que importante.
El médico oriundo de Motril lleva dos décadas compatibilizando cargos institucionales en las filas del PP con su labor profesional como médico, habiendo prestado sus servicios tanto en la Adminsitración pública como en la privada, de donde procede en la actualidad. Por tanto, lo que busca Moreno Bonilla con este nombramiento es reforzar el perfil de la consejería desde un doble prisma, acentuando los conocimientos sobre el funcionamiento del Sistema de Salud al tiempo que suma un experimentado perfil político para secundar y aconsejar a Antonio Sanz.