El curso ha arrancado con demasiado lastre para miles de jóvenes andaluces. Los hay que han tenido que descartar su emancipación y volver a casa de sus padres, los que tienen que pedir prestado a familiares y amigos, los que no pueden asumir la crianza de sus hijos, los que se ven obligados a pagar un crédito que sufrague el extraordinario coste de la comida, la luz, el teléfono o el alquiler, es decir: vivir al día.

Todas estas casuísticas se concentran en un foro: el de los afectados por el retraso del bono joven del alquiler. Son más de 17 mil los jóvenes que solicitaron la ayuda. Miles cuentan con una resolución favorable desde mayo, pero el dinero no termina por llegar. El reclamo en Chance.org que clama ‘Juanma Moreno Dame Mi Dinero’ ha conectado por redes sociales a las plataformas de cada provincia con afectados por el retraso.

“Andalucía fue la última comunidad autónoma de toda España en poner en marcha la ayuda, decían que estaban creando una plataforma para dar respuesta a la demanda, pasan los meses y solo hay un 23% de expedientes comunicados. Eso no quiere decir que hayan recibido el dinero”, cuenta a El Plural el portavoz de la plataforma de afectados por el Bono Alquiler Joven de Andalucía, Manuel Sanz.

“Yo dejé la relación que tenía con el padre de mi hija, soy madre soltera y pago el alquiler sola”, explica Natalia A.R. sevillana que hace frente a los problemas de conciliación familiar y laboral con el añadido de la inflación. “Dejé mi trabajo por los horarios imposibles –de una panadería con venta al público– pero ahora he consumido el paro, los ahorros y, tras 7 años emancipada, tengo que volver a vivir a casa de mis padres con mi hija”.

El caso de Natalia se agrava porque pidió un préstamo de 4.800 euros que ha consumido en algo tan simple como pagar el alquiler y los gastos diarios. Ahora tiene la deuda y la ayuda que la Junta de Andalucía le comunicó el pasado mayo vía sms con un escueto “reserva de crédito” sigue sin llegar. “Así no hay quien viva, apenas duermo”, dice. Natalia está requiriendo de asistencia sicológica.

Joe también cayó en la “estafa de los microcréditos” y comparte que su nómina se va “íntegramente para pagar a los prestamistas” mientras espera a que la ayuda llegue. Ha pedido rescate a sus padres, sus padres a amigos y, a estas alturas, que el Bono Joven llegue a sus bolsillos pasa por ser su mayor esperanza para normalizar su economía.

Similar es el caso de Liliana Agüero, 33 años y residente en Córdoba. Es cuidadora de personas mayores a tiempo parcial y trabaja en hostelería los fines de semana para completar el sueldo. En Córdoba, la temporada baja llega en verano. Sin el suplemento salarial de la hostelería, de sus 750€ de salario como cuidadora, 500 se van para el alquiler. Así que pidió prestado. Primero a amigos. Luego a la empresa de préstamos Cofidis. Ahora se siente ahogada, “tengo ataques de ansiedad cada vez que pienso en esto”, confiesa.

El 15 de noviembre de 2022, Liliana fue de las primeras personas en conseguir tramitar la solicitud de ayuda a una web colapsada, a pesar de los eternos preparativos de la Junta de Andalucía. Hasta el 15 de mayo no le comunicaron que tenía aprobada la “reserva de crédito”, desde entonces, nada ha sabido. “Lo peor es el trato que recibo cada vez que pido información, se pasan la pelota de la Consejería a la Delegación Provincial, siento que se ríen de mí, me han llegado a decir que el robot está malito y no gestiona los expedientes y me han colgado el teléfono”.

Una situación menos asfixiante es la que vive José Antonio Gutiérrez. Vive con su pareja y paga 690€ de alquiler en Granada. Cumplen con los criterios establecidos por el Plan Estatal de fomento del alquiler de tener una renta inferior a tres veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM). “Llevamos 4 meses con un sms que nos indica que estamos aceptados, pero no sabemos a qué más hay que esperar. Personalmente me siento estafado, siento que se están riendo de nosotros. Nos hacen esperar a un dinero que tienen, pero con el que ya ni contamos, aunque nos lo hayan concedido”.

Laura ejerce de psicóloga en Málaga. Tiene un hijo, con su pareja esperaba recibir 900€ de ayuda mensual por unidad familiar. “También tenemos el sms de aprobación y también llevamos meses sin una sola respuesta, se supone que deberíamos cobrar desde enero del 2022 y vamos a plantarnos en el 2024”, suspira.

Naufragio administrativo

El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía del pasado 31 de octubre publicó la puesta en marcha del Bono que cuenta con los fondos transferidos por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Las ayudas van dirigidas a menores de 35 años para el pago de alquiler de habitaciones, viviendas o incluso primera compra de vivienda en pequeños municipios.

La mayoría de los aspirantes andaluces contaban con un suplemento de hasta 250€ mensuales en alquiler, pero esa dotación se ha quedado en un anuncio político que naufraga en su gestión administrativa. En noviembre se abrió la ventana a las solicitudes, la Consejería afirmó que las primeras resoluciones llegarían en febrero del 2023. El tiempo pasa y los proyectos vitales de miles de jóvenes están varados por una ayuda económica que, en muchos casos, es un sustento esencial para el que proyectarse al futuro.

Son unos 17 mil jóvenes los que permanecen con la expectativa de recibir esta ayuda. De las 17 mil solicitudes, poco más de tres mil solicitantes forman parte de la Resolución Definitiva Favorable publicada por la Junta el pasado 5 de julio de 2023. Eso no implica que el dinero haya llegado a sus destinatarios. Encontrar a beneficiarios del bono que ya hayan recibido el ingreso es casi imposible.

La orden publicada en el BOJA establecía un plazo de hasta seis meses desde la entrada de la solicitud en el Registro Electrónico Único de la Junta, por eso, en mayo los solicitantes de noviembre recibieron un aluvión de mensajes. Pero los mensajes no se han traducido en nada. Ya en julio, la consejera de Fomento, Rocío Díaz, asumió que están "trabajando para acortar plazos, cuanto más mejor, pero no le puedo dar un plazo definitivo“

La Consejería no responde a los motivos de la eternización de la gestión de las ayudas. Tampoco sobre nuevos plazos, todos los anunciados hasta ahora se han ido agotando. El reglamento afirma que el pago de estos bonos, si así se solicita, será con efecto retroactivo desde el 1 de enero del 2022. “Más que una ayuda mensual esto se ha convertido en una lotería, de repente puedes encontrarte con que te lleguen los tres mil euros por año….o no. Por eso vamos a seguir manifestándonos”, dice Manuel Sanz.

Los últimos datos del Índice Inmobiliario de la compañía Fotocasa confirman que el precio del alquiler de vivienda en Andalucía subió un 8,7 % en julio respecto a 2022.

En siete de las ocho provincias andaluzas creció el precio de la vivienda en alquiler y son cuatro las que superan los 10 euros el metro cuadrado/mes por alquiler: Málaga, Huelva, Sevilla y Cádiz. La ayuda, más que un complemento, es una base para miles de jóvenes que han pasado los estragos de la crisis de 2008, pandemia, o el golpe inflacionista de la guerra.