“Como padre, soy que el que tengo la última palabra a la hora de decidir si mi hijo va al cole o no, y eso es respetable". Son palabras de ayer en Sevilla del vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, quien, preguntado por los periodistas sobre los padres que decidan no llevar sus hijos al colegio por temor al covid-19, dijo terminante: "Están en su perfecto derecho a hacer lo que consideren por velar por la seguridad de sus hijos".

El vicepresidente Marín (Cs) no parece que se haya leído el denominado ‘Decálogo para una vuelta segura al cole’, difundido a principios de agosto por su compañero de partido y de Gobierno Javier Imbroda, consejero de Educación.

A las diez recomendaciones y exigencias, Educación incorporó una detallada batería de preguntas y respuestas para aclarar las muchas dudas de la comunidad educativa. El punto 2.2 de esa batería recoge textualmente lo siguiente:

“¿En caso de que alguna familia decida libremente, y por prevenir la salud de su hijo/a y su familia, no realizar la enseñanza presencial, se debe informar de este hecho a la Administración o Inspección Educativa o activar protocolo de absentismo?

En lo que se refiere a la enseñanza básica (Primaria y Secundaria Obligatoria), la legislación educativa vigente en nuestra comunidad autónoma y en el resto de España no recoge como opción más que la escolarización obligatoria. Esta se materializa mediante la actividad lectiva presencial en los centros educativos autorizados para la impartición de dichas enseñanzas.

En el caso que se plantea de negativa de las familias a que su hijo/a acuda al centro, salvo situaciones debidamente justificadas que ya están contempladas de cursos anteriores, se activaría el protocolo de absentismo”.

Pero, más allá de las prescripciones de la Junta de Andalucía, la propia Ley de Educación ya recoge explícitamente la obligatoriedad de los padres de tener a sus hijos escolarizados presencialmente desde los 6 a los 16 años. Se trata de un deber y no, como erróneamente parece creer Marín, de un derecho.

Familias andaluzas han advertido semanas atrás de que no llevarían a sus hijos al colegio mientras la Junta no diera garantías de seguridad sanitaria con medida como la reducción de la ratio escolar.

Marín puntualiza

Tras el revuelo y desconcierto ocasionados por sus palabras, Marín puntualizaba 24 horas después en la cadena SER que, en realidad, él se estaba refiriendo únicamente a los padres de los niños de entre 0 a 6 años, una franja de edad en que la escolarización no es obligatoria. 

También ha añadido que los padres que no lleven a sus hijos a la escuela en la etapa obligatoria (de 6  16 años tendrán que "atenerse a las consecuencias".

Pese a la aclaración de hoy, lo cierto, sin embargo, es que sus declaraciones de ayer a los medios fueron bastante prolijas y en ningún momento dejó entrever en ellas que se estuviera refiriendo únicamente a los niños de 0 a 6 años.

Marín aludió a las exigencias marcadas por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud, que la Junta estaría cumpliendo, y dijo que "tampoco nadie va a garantizar que mi hijo no se pueda contagiar en la playa, en el patio de mi casa, en una reunión familiar, en el cine o en cualquier otra actividad", según recogía Europa Press.

También añadió que en los centros educativos de Andalucía "se han llevado a cabo y se están llevando a cabo todas las medidas higiénico-sanitarias que hoy son exigibles para prevenir un contagio de este virus", insistiendo en que "no se puede prevenir al 100% ni en un colegio ni en ningún lugar del mundo".

"A partir de ahí, lógicamente los padres tendrán que tomar sus decisiones", recalcó, de nuevo sin hacer referencia alguna a que estuviera aludiendo a los niños de 0 a 6 años.