Parece estrecharse el cerco judicial sobre la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, a quien los investigadores de la trama por blanqueo y narcotráfico en la que están procesados su marido y su hijastro atribuyen la decisión de otorgar contratos municipales por más de 600.000 euros a una empresa del ciudadano sueco Nils Fischer, también procesado en el mismo caso y, según el relato del juez instructor de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, “testaferro” del hijastro de Muñoz y sobre quien pesa una fianza de 25 millones de euros.

La información ha sido adelantada hoy por elDiario.es en una información firmada por su redactor de tribunales Pedro Águeda, que detalla que la empresa Codecosol –presuntamente utilizada por Fischer para blanquear dinero del narcotráfico– recibió entre 2011 y 2015 cinco adjudicaciones municipales por un total de 642.415,22 euros durante el segundo mandato de Ángeles Muñoz en el Ayuntamiento marbellí. 

En concreto, las adjudicaciones fueron una en 2011 para la rehabilitación de pavimentos dañados por la lluvia aquella año y las dos restantes, de 2013, para renovar el acerado de la Avenida Manolete y para rehabilitar el auditorio municipal.

El magistrado considera que Codecosol (Construcciones y Demoliciones Costa del Sol) habría sido usada “como tapadera para diferentes negocios inmobiliarios”, remata el juez. Fischer está procesado por pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico. 

Las revelaciones periodísticas de hoy ponen a la alcaldesa en una situación embarazosa después de que hace dos semanas trascendieran unas grabaciones comprometedoras en las que se escuchaba esta frase: “Pegan unos palos de la hostia”. Los palos eran mordidas y quienes los pegaban eran el marido y un hijastro de la alcaldesa de Marbella Ángeles Muñoz. La frase es de una conversación mantenida en 2014 por el comisario José Manuel Villarejo, hoy jubilado y con varias causas judiciales pendientes, con el número dos del Ministerio del Interior, Francisco Martínez.

“[Lars Gunnar Broberg, marido de Muñoz] ha pedido pasta y la alcaldesa está”, dice en un momento determinado Villarejo, entonces adscrito a la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, aunque ni él precisa más detalles ni el número dos de Interior le pregunta al respecto. “El y los hijos, que no son hijos de ella, están pegando por ahí unos palos de la hostia”, recalca el comisario. “Me preocupa mucho lo de las movidas del marido [de Muñoz] (…) Me dicen que el PSOE tiene una información dura, que cuando salga nominada la van a sacar, que es el tema de unos armenios que quieren cambiar el casino, que le han dado una pasta ya en no sé donde, incluso me van a conseguir la escritura de los armenios estos”, afirma.

Los mencionados armenios tenían, según Villarejo, la pretensión de “comprar un edificio” y llevar el casino de Marbella a otra ubicación: “El pavo [Lars Gunnar Broberg] se ha comprometido en moverles el tema”. El excomisario no precisa ante quiénes habría de “mover el tema” el marido de la regidora, pero la oposición local socialista pidió ayer explicaciones a Muñoz sobre el papel del Ayuntamiento y su departamento de urbanismo en la trama.

Otros hechos que obran en la instrucción vinculan la trama familiar con el poder municipal. El 29 de mayo de 2019, apenas 72 horas desde que se celebraran las elecciones municipales, Joakim Broderg, el hijastro de la alcaldesa, llamó desde su teléfono móvil a su “socio” Mark Holmen: “Está sentado a mi lado el calvo que nos iba a dar las tres licencias en La Quinta (…) los que nos dieron nuestra licencia, las tres (...) no es el alcalde pero es el jefe de los cambios técnicos en cuanto a licencias””, le comenta.

El calvo es un cargo del Ayuntamiento de Benahavís, localidad de la Costa del Sol de cuyo Ayuntamiento Muñoz fue número dos del Ayuntamiento y donde se ubica la mansión en la que vive con su familia.

El siguiente tramo de la conversión graba por la UDEF es altamente revelador para los investigadores: “Ahora hemos ganado nosotros también. Porque ahora tenemos la Junta de Andalucía. Tenemos Marbella. Tenemos Estepona. Tenemos todo. La ciudad es nuestra. Básicamente, tenemos toda la jodida Andalucía. Aquí está sentado con