Hay preocupación en el Gobierno de la Junta de Andalucía por que los inmigrantes llegados en patera se conviertan en un foco de contagio del coronavirus si, quienes den positivo al hacerles los test obligatorios, no son retenidos en cuarentena.

De ello han hablado esta semana el vicepresidente y titular de Turismo, Juan Marín, y el consejero de Salud, Jesús Aguirre. Ninguno de ellos, sin embargo, parece ver riesgo en las decenas de miles de turistas que llegarán a las playas y el interior de la comunidad, muchos de ellos procedentes de territorios como Madrid que han sufrido una alta tasa de contagios por coronavirus.

El consejero de Salud ofrecía el jueves en el Parlamento este dato: cuatro de cada cien inmigrantes llegados en patera en las últimas semanas han dado positivo en coronavirus. En números absolutos han sido 886 los desembarcados y 37 los contagiados. Aguirre, al igual que Marín al día siguiente, pedía al Gobierno mayores medidas de control y confinamiento de estas personas en los mismos puertos de desembarco o rescate.

“No podemos tener una problema de salud pública a través de la pateras en Andalucía por no aplicar la cuarentena a todos los que vienen de fuera, vengan en avión o en patera”, alertó el consejero.

Por su parte, el vicepresidente Juan Marín, informaba ayer de que el Gobierno autonómico ha estado negociando con el Ejecutivo central para llegar a un acuerdo que permita "controlar" la situación de personas inmigrantes y no se les “pierda el rastro" tras su llegada, ya que “la Ley de Extranjería obliga a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a poner en libertad, digamos en la calle, a las 72 horas".

La Junta, que espera cerrar un convenio con el Gobierno “en las próximas horas", ha puesto a disposición del Ejecutivo de España centros de Inturjoven de Almería y Cádiz para poder atender a esas personas.

El justificado celo sanitario de la Junta en relación a los inmigrantes contrasta con la poca atención que está prestando a las reclamaciones de la oposición de que refuerce la atención primarias, por ejemplo abriendo por la tarde los centros de salud cerrados en numerosos núcleos rurales que este verano va a recibir miles de turistas.

En una entrevista en El Mundo el pasado día 30, Marín presumía de buenas perspectivas: "En turismo de interior las reservas en julio y agosto ya superan el 60 y 70% de ocupación". Y, aunque los turistas de sol y playa están llegando más tarde, en provincias como Málaga la ocupación superaba el 50%, cuando "la semana pasada era el 42".

Ya a finales de mayo Andalucía mostraba buenos síntomas de recuperación en reservas de hoteles y apartamentos turísticos, según datos de la plataforma Travelgate, que analiza cada día más de 20.000 reservas y 3.000 millones de búsquedas ene 300 webs de servicios hoteleros y 15 páginas de vuelos de todo el mundo. España tenía a principios de junio más de 20 por ciento de las reservas mundiales, y la mitad de ese 20 por ciento lo acaparaba Andalucía.

En cuanto a la inmigración irregular, el total de 7.214 migrantes han llegado en patera a costas españolas durante la primera mitad de 2020, lo que supone un descenso del 31% con respecto al mismo periodo del año pasado. Si bien el total de las entradas irregulares a través de la vía marítima se han reducido en los primeros seis meses del año, la vía hacia Canarias ha crecido un 484,4%, ya que en las islas los desembarcos de migrantes se han multiplicado por seis.