Están hartos y han decidido decir basta. A su voz de ha unido la del Defensor de la Ciudadanía de Granada, Manuel Martín, y el párroco de la barriada de La Paz, Mario Picazo, que desde ayer acompañan a los vecinos en el encierro de una semana en una iglesia de la zona para exigir soluciones a los continuos cortes de luz que sufren, vinculados a los enganches ilegales a la red eléctrica por quienes se dedican al cultivo clandestino de marihuana.

Los cultivadores de droga son una minoría, pero los vecinos afectados son más de 10.000. Valga como muestra este dato aportado por los afectados: durante todo el caluroso mes de agosto, determinadas zonas de la barriada solo tuvieron 22 horas de luz.

Para el Defensor del Ciudadanos, Manuel Martín, es una situación “inhumana” que castiga a familias modestas que pagan religiosamente su recibo de la luz. Ante tal situación de "emergencia humanitaria y social", los encerrados exigen a las administraciones públicas que busquen soluciones.

Endesa, que subraya que el problema no es técnico sino social, atribuye los cortes a quienes saquean el fluido eléctrico para calentar sus plantaciones caseras de marihuana. Para el párroco Mario Picazo, los vecinos quieren “vivir con dignidad, pero no les dejamos”.

Por otra parte, el Juzgado de Primera Instancia 15 de Granada haya admitido a trámite la denuncia colectiva presentada el pasado verano por vecinos y asociaciones contra Endesa, alegando que "no se están respetando los derechos fundamentales" de los afectados.