La intoxicación alimentaria en Córdoba que ha dejado al menos 44 afectados y una mujer fallecida por unos montaditos de pringá continúa trayendo novedades. Después de conocer el contenido y forma más a fondo este jueves, con las explicaciones tanto de la Junta de Andalucía como la personación pública en el caso de Facua, este viernes la familia de la fallecida ha desmentido la versión aportada por el local donde consumieron el producto en mal estado, la Taberna La Sacristía.

El local de hostelería ha emitido en las últimas horas un comunicado relatando su versión de los hechos, recalcando que suministró el pasado 4 de enero, día en que se celebró el cumpleaños donde surgió el brote, “un pedido de comida de 55 montaditos de pringá para un evento privado” en sus instalaciones. Los comensales consumieron “otros productos cocinados, manipulados y adquiridos fuera” de su restaurante.

Asimismo, con respecto al supuesto alimento contaminado, Taberna La Sacristía viene defendiendo que distribuyó “otros 100 montaditos de pringá” aquel día: “Ningún cliente de los que consumieron dicho producto en nuestras instalaciones ha resultado afectado por ningún tipo de afectación digestiva o intestinal, limitándose la posible intoxicación alimentaria a las personas que acudieron a la celebración privada fuera de nuestras instalaciones”, insisten en el comunicado que recoge Facua.

El local no hace mención en su escrito de cómo pudo saber que todas las personas que consumieron este alimento han sufrido o no algún tipo de intoxicación, tampoco si cuenta con un sistema de prevención o para identificar a los posibles afectados.

La familia desmiente a la taberna: “Basta de mentiras”

En consecuencia, la familia de la fallecida, una mujer de 63 años y suegra de la mujer que celebró su cumpleaños, ha respondido al comunicado del establecimiento desmintiendo su postura. En este sentido, niegan que aquel día consumieran otros platos que no fueran del mismo local, ya que todo se les fue servido en el mismo y no traían comida del exterior.

Para ser más exactas, la protagonista del cumpleaños viene defendiendo que en el establecimiento no sólo consumieron estos montaditos, sino que también les sirvieron, a las 56 personas presentes, “cerveza, vino, refresco y agua; papas aliñás, queso, chicharrones de Cádiz y arroz con carrilera”, siendo todos estos platos “elaborados por el duelo de La Sacristía”.

“Basta de mentiras. En ningún momento se consumió alimentos de otro lugar, a excepción de dos tartas: una de yema tostada con trufa y otra de chocolate con nata. Tartas cuya aprobación recibí del dueño para llevar y que en ningún momento puso impedimento. Es más, me aconsejó donde comprarlas. A colación de esto, he de decir que varios amigos que sufrieron problemas estomacales la madrugada del 4 de enero no comieron tarta”, recoge parte del comunicado difundido este viernes por Facua en el que, a su vez, y según explican fuentes sanitarias, “se sabe que hubo más perjudicados ajenos a la celebración”.

Cronología de los hechos

Pese a que el incidente sucedió en la noche del 4 de enero por una celebración de cumpleaños, cierto es que los hechos no han trascendido hasta esta semana, al haberse registrado la cifra de 44 personas afectadas y una fallecida por una toxiinfección alimentaria a causa, supuestamente y hasta que se constante la investigación en curso, de montaditos de pringá.

La Junta de Andalucía, a cargo de Juan Manuel Moreno Bonilla, vino exponiendo este jueves que no tuvieron constancia de estos hechos hasta el lunes día 13, a pesar de que algunos de los afectados acudieron ya el día 5, también el 8, a distintos centros hospitalarios presentando síntomas de intoxicación alimentaria. Asimismo, y tal y como detalló este jueves en rueda de prensa el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, el Gobierno andaluz tuvo constancia de este suceso ya el día 10 al haber recibido un correo de parte de uno de los afectados, aunque este no fue abierto hasta tres días más tarde.

Teniendo en cuenta que las muestras del alimento supuestamente contaminado se tomaron “once días más tarde”, que la Junta no desveló en sus explicaciones el nombre del establecimiento -detalle que aportó Facua- y que el mismo local no cerró sus puertas después del día 4, la investigación que ya se está llevando a cabo por parte de las autoridades se complicó y, con los consiguientes comunicados de ambas partes, el caso continúa bajo la lupa política y mediática.