La versión oficial sobre la dimisión del consejero andaluz de Hacienda, Industria y Energía, Alberto García Valera, es que los médicos le han detectado una dolencia cardíaca y le han recomendado un reposo que sería incompatible con la actividad política. Le sustituirá en el cargo, del que este martes ha tomado posesión, el hasta ahora diputado por Ceuta en el Congreso y funcionario de la Agencia Tributaria al igual que su antecesor Juan Bravo Baena.

Fuentes del anterior Gobierno socialista piensan que la versión oficial de la enfermedad de Valera es deliberadamente incompleta, y a la dolencia cardíaca añaden razones políticas. En concreto, que el ya exconsejero ratificó en sus puestos a dos altos cargos de la etapa socialista –Fernando Casas y Buenaventura Aguilera– y que esa decisión habría sido muy discutida y puesta en cuestión por el consejero de Presidencia y hombre fuerte del Gobierno, Elías Bendodo. Algo que, sin embargo, niega el propio Buenaventura Aguilera, que señala que él no dependía de Valera, sino de Rogelio Velasco. Además, dice que ya había anunciado antes que no quería seguir en el cargo.

Cese y nombramiento

Las conjeturas socialistas no irían del todo desencaminadas si se tiene en cuenta que Fernando Casas, ratificado como secretario general técnico de la Consejería de Hacienda por su anterior titular, ha sido cesado este martes y sustituido por Ignacio José Méndez Cortegano. La llegada del consejero Bravo Baena se ha notado, pues, en el organigrama.

Casas, no obstante, ha sido nombrado director general de la agencia IDEA, organismo de la Consejería de Economìa, Conocimiento, Empresas y Universidad, dependiente políticamente de Ciudadanos, no del PP.

Otras fuentes socialistas añaden que García Valera quiso crear en la Consejería de Hacienda un departamento de administración digital que tampoco habría contado con el visto bueno de Presidencia. Recuerdan las mismas fuentes que la esposa de García Valera, también funcionaria de Hacienda, es jefa de servicio en este departamento y fue nombrada para el cargo por los políticos socialistas.

Contra el pasado

Las fuentes consultadas atribuyen ese rechazo de Bendodo a la ratificación por García Valera de altos cargos socialistas a la flagrante contradicción entre esos nombramientos y el discurso contra el pasado que viene enarbolando el nuevo Gobierno de Juanma Moreno.

Fuentes del anterior equipo de la Consejería recuerdan que, en realidad, el nuevo consejero no solo había mantenido a esos dos cargos, sino prácticamente a todo el equipo anterior a excepción de Aquilino Alonso y Gaspar Llanes.