La versión oficial, que en realidad nadie cree, es que el director gerente del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, Francisco Merino López, presentó ayer su dimisión por "motivos familiares".

La renuncia coincide con la investigación abierta por la Consejería de Salud y Familias para dilucidar el posible origen del contagio de sanitarios por coronavirus en este centro hospitalario. La consejería cifra entre 98 y 99 los profesionales sanitarios de dicho centro actualmente en situación de aislamiento.

Lo cierto es que la gestión de Merino había sido puesta en cuestión de forma reiterada por la junta de personal del centro hospitalario: "La gestión del gerente ha sido nefasta, además de tener una actitud preopotente y autoritaria".

Ayer por la mañana, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, explicaba que "parece que en torno al 20-21 de marzo pasado hubo un diagnóstico que no fue el correcto a un personal sanitario y eso supuso un contagio a toda una parte" de dichos profesionales.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, Merino ha sido director gerente del Área de Atención Primaria y gerente del Hospital Santa Bárbara de Puertollano, así como gerente de la clínica Asisa de Córdoba y del Área Integrada de Guadalajara. Previamente a su nombramiento en Sevilla, se desempeñaba como gerente adjunto de Asistencia Hospitalaria (Ordenación Asistencial e Innovación Organizativa) del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).