Durante algo más de un año, en Trafalgar se ha librado otra batalla dos siglos después de la derrota naval que sufrió la coalición hispanofrancesa a manos del almirante Nelson y el entramado británico. Una guerra muy diferente a aquella batalla, de las más icónicas del siglo XIX. Grupos ecologistas han combatido sin cesar los intentos del Partido Popular -en la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz- de convertir el Faro de Trafalgar, incrustado en un parque natural y protegido por legislaciones medioambientales, en un restaurante de lujo. El Ministerio de Cultura pondrá fin a ese tira y afloja con el blindaje que subyace la denominación del enclave como Bien de Interés Cultural (BIC), “en la categoría de Monumento”.

El movimiento del departamento encabezado por Ernest Urtasun no es sino un acto para blindarlo momentáneamente ante los intentos de la derecha local por vender el Faro para la explotación privada. Ahora, para acometer tal operación, serán necesarios, como mínimo, recopilar todos los informes pertinentes para estudiarlo. No obstante, desde el Ejecutivo apuntan que ya la incoación del expediente refuerza el escudo público al monumento desde ya. Es decir, acelerar plazos para su protección ciñéndose a la “máxima establecida por la ley”.

De ahí se desprende la alegría de los grupos activistas, que cuentan como victoria propia la maniobra de Cultura. Y es que el proyecto contaba con el beneplácito de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, bajo el mando de la exalcaldesa del Partido Popular, Teófila Martínez. La portavoz de una de las plataformas contrarias a la conversión del enclave en un restaurante de lujo, Lola Yllescas, tildó de “gran noticia” la declaración del Faro como Bien de Interés Cultural, en categoría de Monumento.

Sobre todo, porque paraliza “definitivamente” la obra, respetando así el “sentir de los gaditanos que quieren que el Faro siga siendo un símbolo histórico en el litoral”. Ecologistas en Acción en Cádiz, con Yllescas a la cabeza, pero integrada en la Plataforma El Faro no se vende, recogió más de 10.000 firmas a través de la web change.org. Por este motivo, celebran el paso hacia adelante como una muestra de “respeto” a ellos mismos. No obstante, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz asegura no haber tenido conocimiento de las pretensiones del ministerio, aunque se reservan su opinión al respecto.

Proyecto demorado y paralizado

Antes de la actuación del Ministerio de Cultura, la Autoridad Portuaria bendijo el proyecto de un restaurante de lujo ubicado en el emblemático enclave a Pentágono Colón, S.L., una firma sevillana de restauración que, además del restaurante, tenía en mente erigir un centro de interpretación. El acuerdo se anunció en el BOE en enero del pasado año, tras un trámite de “competencia de proyectos”. Sin embargo, tras adjudicar la concesión, no se ha movido ni un músculo para arrancar el proyecto. De hecho, la autoridad portuaria explicaba que se necesitaban informes que había que solicitar y por eso se ha ido demorando.

Las reivindicaciones contra el proyecto bendecido por el Partido Popular llegaron hasta el Congreso de los Diputados, cuya representante por Cádiz, Esther Gil de Reboleño (Sumar), que el año pasado preguntó al Gobierno por ello. “Nos preocupa que, una vez más, los intereses económicos pretenden imponerse sobre el respeto a nuestro legado histórico y la preservación de nuestro entorno natural. Detectamos que faltaba el informe de Cultura en el expediente, y buscamos esta fórmula para paralizar el proceso”, expuso en su momento la parlamentaria magenta.

El faro, que fue construido a mediados del siglo XIX, ya fue incluido en 2017 en el Catálogo de faros con valor patrimonial de España. Nomenclatura recibida por su valor como testimonio histórico de la tecnología y la ciencia de su tiempo. Se sitúa sobre una zona de dunas a la que no se puede acceder con vehículos motorizados. Al margen de ello, el Faro de Trafalgar pertenece a la Red Natura 2000, además de ser parte de una Zona Especial de Conservación y Monumento Natural, reconocidos ambos por la Junta de Andalucía. Por todo ello, el proyecto se ha gestado entre bastidores, evitando filtraciones para esquivar así la respuesta popular y mediática.

Así las cosas, el Ministerio de Cultura, dirigido por Ernest Urtasun, compañero de partido de la portavoz magenta, ha incoado el expediente, lo cual ya dota de cierto blindaje al enclave monumental, con arreglo a la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español. Para ello, el departamento que dirige el portavoz magenta trabaja ya en la recopilación de los informes preceptivos para iniciar el expediente de declaración que será publicado próximamente en el BOE. Será en ese momento cuando la protección total al faro sea completamente efectiva.

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