El comunicado oficial de Ciudadanos Andalucía de este mediodía no podía ser más escueto, apenas dos párrafos en los que, significativamente, hasta por tres veces se repite que la decisión ha sido adoptada ‘según lo previsto’.

La nota anunciaba que Fran Carrillo, uno de los dos senadores que tiene Ciudadanos por Andalucía, dejará su escaño en la Cámara Alta y el partido propondrá que le sustituya el exdiputado en el Congreso y exsecretario de Organización Fran Hervías, superviviente del núcleo duro de Albert Rivera y hombre clave en la expansión territorial del partido antes de la debacle del 10-N.

En unos días, Carrillo dejará el Senado y el puesto de portavoz adjunto de su grupo en la Cámara Alta, pero conservará el escaño de parlamentario autonómico por Córdoba y portavoz adjunto del grupo naranja.

Política y familia

De lo que el comunicado oficial de Cs no daba, obviamente, pista alguna es del significado orgánico que podría tener la designación como senador de quien es el principal adversario interno del vicepresidente de la Junta y líder del partido en Andalucía, Juan Marín.

El granadino Hervías ha tenido serios roces con el gaditano Marín no por discrepancias ideológicas o estratégicas, sino por la pugna por el control del partido y de determinados nombramientos en las consejerías asignadas a Cs en los que la filiación familiar y la amistad personal han llegado a tener un peso se diría que impúdico.

En el trasiego de ceses y nombramientos habidos en sus consejerías durante la corta experiencia naranja de Gobierno, la condición de marido, esposa, cuñado o amigo ha tenido demasiadas veces una influencia que hace mucho tiempo que dejó de sentirse en partidos con más solera y decenas de miles de afiliados, como el PP o el PSOE. 

Mejor quedarse que irse

Se equivocaban, en todo caso, los que en Ciudadanos Andalucía pensaban que el exsecretario de Organización del partido Fran Hervías estaba en retirada después de haberse quedado sin cargos tras la debacle electoral de noviembre y la renuncia de Albert Rivera.

Dos semanas después de que Rivera dimitiera por los resultados de las elecciones generales del pasado 10 de noviembre, Hervías anunció su intención de abandonar la Secretaría de Organización.

Sin embargo, recuerda Europa Press, permaneció en el cargo durante el periodo de la Gestora, que preparó todos los procedimientos previos a la Asamblea General del partido, celebrada a principios de mayo. En este cónclave, fue elegido como miembro del Consejo General de Cs, el máximo órgano entre congresos.

El día que anunció que dejaba la dirección de Ciudadanos, Hervías expresó su apoyo a Inés Arrimadas como futura líder del partido y se ofreció a "seguir aportando" en el futuro. Arrimadas no lo incluyó en su candidatura a las primarias y, por tanto, Hervías no forma parte de la actual Ejecutiva. No obstante, lo recupera ahora para la ‘vida activa’ llevándolo al Senado.

Un partido vertical

Para Marín, el rescate de Hervías por parte de Inés Arrimadas no es una buena noticia. Nunca lo es en ningún partido, pero mucho menos en uno tan fuertemente centralizado como Ciudadanos, donde el presidencialismo que antes ejercía Rivera lo ha heredado Arrimadas sin complejos.

Que Hervías tiene predicamento entre las bases del partido en Andalucía nadie lo pone en duda. Baste recordar que en las votaciones para elegir a los miembros del Consejo General de Cs, los nombres cercanos a Hervías obtuvieron más votos que los afines a Marín.