La pandemia ha impulsado el teletrabajo en todo el planeta y ya se cuentan por miles las trabajadoras y trabajadores en remoto que, con su puesto laboral en una oficina pública o privada en Madrid u otra gran capital, desarrollan su jornada laboral mirando al mar o a un bucólico prado con sus vacas en cualquier sierra de la España vacía.

Trabajar a distancia ha posibilitado la figura del nómada digital, el profesional que viaja y trabaja o trabaja y viaja, que disfruta con la movilidad geográfica que le brinda Internet siempre que disponga de una buena conexión.

En este nuevo escenario se ha desatado ya la competencia entre territorios para convertirse en destinos apetecibles para el teletrabajo. La respuesta andaluza al fenómeno del teletrabajo nómada está en la red desde finales de febrero de 2021. Se trata de https://www.teleworkandalucia.com/ , una plataforma web de información y recursos enfocada a posicionar a Andalucía como destino internacional para teletrabajar.

Sus creadores son una periodista gaditana y un programador informático chipriota que teletrabaja desde hace 20 años en Estepona. Han abierto una “ventanilla única” para facilitar a todos las personas interesadas el asesoramiento necesario para que en en el menor plazo posible puedan teletrabajar desde el sitio que más les guste de Andalucía.

Desde su puesta en marcha, más de un centenar de profesionales se han beneficiado ya de sus servicios, la mayoría de Europa y Estados Unidos. La nueva tipología de viajeros contribuye a la desestacionalización del turismo y a la  dinamización  del ecosistema emprendedor de los lugares en que se asientan. Los destinos de interior en la Andalucía vaciada tienen en esta opción un papel importante que desempeñar.

En España, Canarias ha sido la primera comunidad en desplegar una iniciativa público-privada para atraer a este nuevo segmento de “turismo de trabajo”, y el Gobierno del Estado ha aprobado ya el anteproyecto de ley de Startups que contempla un visado de cinco años para nómadas digitales. Tras su paso por el Congreso y el Senado, esta ley podría aprobarse en junio de 2022 o como muy tarde en septiembre. En el mundo, Costa Rica es el último país en legislar un conjunto de facilidades de todo tipo para convertirse en destino del nomadismo digital.

En la Unión Europea, Estonia y otros países pequeños tienen formatos de ciudadanía digital para atraer talento y emprendedores.