Vox tiene la mosca en la oreja. El discurso de hoy de su portavoz, Alejandro Hernández, en el Parlamento de Andalucía ha sido el de un político no enfadado, pero sí desconfiado y receloso, particularmente con Cs, cuya negativa a implementar el veto parental en las escuelas ha molestado mucho en el partido ultra.

En el Pleno sobre el primer año del Gobierno andaluz, Hernández ha sido muy claro: “Desde Vox no vamos a permitir que no se cumplan los acuerdo firmados con nosotros; no vamos a traicionar a nuestros electores”.

Además de quejarse nuevamente del trato que Canal Sur le da a su partido –“No se cumplen los mínimos estándares de objetividad"–, el portavoz de Vox ha lamentado la “absurda polémica” sobre el pin parental, advirtiendo que la redacción de ese punto del acuerdo firmado con PP y Cs “no admite interpretaciones”.

Vox se propone llevar a la Cámara un proyecto de Ley de Concordia, comprometida con sus socios parlamentarios, pero cuya aprobación será controvertida porque la intención es que sustituya a la actual Ley de Memoria Democrática, que el Parlamento aprobó en marzo de 2017 sin ningún voto en contra (PSOE, Podemos e IU votaron a favor y PP y Cs se abstuvieron).