El presidente de Ciudadanos Andalucía y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, no parece el mismo. La etapa de prolongado silencio sobre las discrepancias que pudiera tener, y que de hecho tenía, con el PP y sobre todo con Vox parece haber terminado. La razón o la excusa, esta: el veto parental a determinadas actividades escolares que quiere imponer el partido ultra y que los naranjas andaluces se comprometieron por escrito a impulsar desde la Junta.

En declaraciones hoy a TVE, Marín ha dicho con todas sus letras que Ciudadanos no apoyará la implantación del ‘pin parental’ en Andalucía, un asunto sobre el que su partido “no coincide ni con el PP ni con Vox”.

Marín intentó defender que, en realidad, su partido lo único que tiene con Vox es un acuerdo de presupuestos, pero que “no ha firmado ningún pin parental”, una aseveración que estaría desmentida en el punto 19 del acuerdo firmado, también con el PP, el pasado 23 de agosto y que es el mismo que se incluyó en el pacto que naranjas, populares y ultras firmaron en Murcia, donde ya se está aplicando la medida.

Dicho punto dice así: "Se procederá a impulsar la igualdad de oportunidades en el sistema educativo que permita a las familias educar a sus hijos en libertad, sin imposiciones de ningún tipo, mediante el establecimiento de una autorización expresa de las familias para la participación de sus hijos en actividades complementarias, en base a los preceptos consagrados en la Constitución".

Su redacción es para Vox lo bastante explícita como para amenazar a sus socios con “consecuencias” si deciden incumplir el compromiso contraído. Aunque para el consejero de Educación, Javier Imbroda (Cs), se trata de un tema menor que incluso ya tiene respaldo en la legislación actual, para la formación ultra es casi una cuestión de honor sacar adelante la medida.

Se diría que Ciudadanos está volviendo a las andadas de ningunear a Vox, como ya hiciera en los primeros compases de la legislatura andaluza, pero esta vez el partido ultra no parece dispuesto a consentirlo.