El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha desvelado este sábado, 7 de octubre, en un mitin realizado desde Granada, los dos regalos que hizo a los líderes europeos que estuvieron presentes en las cumbres que esta semana se han celebrado en la ciudad andaluza.

"Les dejamos a los líderes europeos dos cosas”, ha afirmado Sánchez tras explicar que los dos regalos estuvieron inspirados por el poeta Federico García Lorca.

“A los líderes europeos les dije a puerta cerrada que uno de los poetas universales, no solamente da literatura española, sino de la literatura universal e internacional, Federico García Lorca, dijo algo así como que si él estuviera desvalido y fuera pobre y estuviera en la calle, no pediría un pan entero; sino que pediría mitad de pan y un libro. Eso es lo que dejó dicho Federico García Lorca. Bueno, pues basándonos e inspirándonos en ese escrito de este poeta granadino, universal, les hicimos dos regalos a los líderes europeos”.

El primer regalo

El primero de los regalos es un vino muy especial. Así lo ha explicado el presiente del Gobierno: “Hablamos con el Consejo Regulador de Jerez, de vino de Jerez, para dejarles una botella de vino de Jerez, de aquí de Andalucía. De la cosecha del año en el que nació cada uno de los líderes de la Unión Europea”.

Los líderes, tal y como ha explicado Sánchez, se quedaron encantados con la idea: “Tengo que deciros que estaban todos alucinados”, ha reconocido.

El segundo regalo

El segundo regalo fue un libro. La idea, tal y como ha reconocido Sánchez, surgió de una conversación con el poeta Luis García Montero.

“Hablando hace un año con el presidente del Instituto Cervantes, que conocéis muy bien aquí en Granada, que es Luis García Montero, me dijo: ‘oye, ¿por qué no les regalamos una edición del propio Instituto Cervantes? Podemos traducir a todas las lenguas oficiales de la Unión Europea y además a las lenguas cooficiales reconocidas en la constitución española -además del español, el catalán, el euskera y el gallego-, uno de los poemas más sublimes de Federico García Lorca que es nada más y nada menos que el ‘Grito hacia Roma’, un canto contra el autoritarismo y un canto por la paz, por el entendimiento y el progreso de las sociedades’”

Este obsequio también gustó mucho a los líderes europeos.

"Se han ido encantados, han visitado la Alhambra, hemos celebrado una cumbre muy importante para la historia de Europa y encima se llevan un vino de Jerez. Y nada más y nada menos que el poema de García Lorca, ‘Grito hacia Roma’”, ha dicho Sánchez.

Este es el poema de Lorca que Sánchez ha regalado a los líderes europeos

Manzanas levemente heridas

por finos espadines de plata,

nubes rasgadas por una mano de coral

que lleva en el dorso una almendra de fuego,

Peces de arsénico como tiburones,

tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud,

rosas que hieren

Y agujas instaladas en los caños de la sangre,

mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos

caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula

que untan de aceite las lenguas militares

donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma

y escupe carbón machacado

rodeado de miles de campanillas.

 

Porque ya no hay quien reparte el pan ni el vino,

ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,

ni quien abra los linos del reposo,

ni quien llore por las heridas de los elegantes.

No hay más que un millón de herreros

forjando cadenas para los niños que han de venir.

No hay más que un millón de carpinteros

que hacen ataúdes sin cruz.

No hay más que un gentío de lamentos

que se abren las ropas en espera de la bala.

El hombre que desprecia la paloma debía hablar,

debía gritar desnudo entre las columnas,

y ponerse una inyección para adquirir la lepra

y llorar un llanto tan terrible

que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.

Pero el hombre vestido de blanco

ignora el misterio de la espiga,

ignora el gemido de la parturienta,

ignora que Cristo puede dar agua todavía,

ignora que la moneda quema el beso de prodigio

y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.

 

Los maestros enseñan a los niños

una luz maravillosa que viene del monte;

pero lo que llega es una reunión de cloacas

donde gritan las oscuras ninfas del cólera.

Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;

pero debajo de las estatuas no hay amor,

no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.

El amor está en las carnes desgarradas por la sed,

en la choza diminuta que lucha con la inundación;

el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,

en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas

y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.

 

Pero el viejo de las manos traslucidas

dirá: amor, amor, amor,

aclamado por millones de moribundos;

dirá: amor, amor, amor,

entre el tisú estremecido de ternura;

dirá: paz, paz, paz,

entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;

dirá: amor, amor, amor,

hasta que se le pongan de plata los labios.

 

Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,

los negros que sacan las escupideras,

los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los

directores,

las mujeres ahogadas en aceites minerales,

la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,

ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,

ha de gritar frente a las cúpulas,

ha de gritar loca de fuego,

ha de gritar loca de nieve,

ha de gritar con la cabeza llena de excremento,

ha de gritar como todas las noches juntas,

ha de gritar con voz tan desgarrada

hasta que las ciudades tiemblen como niñas

y rompan las prisiones del aceite y la música,

porque queremos el pan nuestro de cada día,

flor de aliso y perenne ternura desgranada,

porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra

que da sus frutos para todos.