Les costará un recorte salarial y la pérdida de complementos, pero la mayoría de los trabajadores de la galletera Siro en el municipio palentino de Venta de Baños votaron durante la jornada de este viernes aceptar las condiciones propuestas por la multinacional Cerealto Siro Foods para salvar los 200 empleos, que llevan un año en el aire.

La consulta a los empleados, que votaron en turnos de mañana y tarde, no arrojó un resultado unánime, sin embargo, para salvar la fábrica: de hecho, fueron 91 los votos a favor de ajustarse el cinturón y mantener los empleos y 64 en contra, que apostaban, en cambio, por el cierre.

El Ministerio de Industria, que tuvo un papel protagonista el año pasado en la firma de un Plan de Competitividad durante los largos días en los que la Consejería de Empleo del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, en manos de Vox, se limitó a ser espectadora, aplaude este sábado el acuerdo con el Comité de Empresa de la planta, celebración a la que se ha unido también, a través de un tuit el propio Mañueco, que se apunta al éxito afirmando “Gracias al trabajo discreto de todos, trabajadores, empresarios y administraciones, hemos logrado que la fábrica galletera de Venta de Baños continúe su actividad y mantener sus 200 empleos. Los hechos demuestran que somos un gobierno útil y eficaz. Seguimos avanzando”.

Acuerdo in extremis hace un año

La crisis estalló en junio de 2022, cuando el grupo anunció a sus trabajadores que paralizaría su producción en todas las plantas de Castilla y León, apuntando específicamente a la de Venta de Baños, amparándose en la baja competitividad. La deuda del grupo ascendía a 300 millones de euros y el inversor decidió retirarse de la operación que iba a permitir reflotar la empresa. Eran los inversores Davidson Kempner y Afendis los que ofrecían una inyección de 180 millones de euros por la compra del 75% de las acciones del grupo a cambio de que los trabajadores aceptaran un Plan de Competitividad que empeoraba sus condiciones laborales.

Sin embargo, la falta de acuerdo sobre el plan de competitividad que proponía la empresa y que rechazaron tres de las cuatro plantas españolas fue lo que llevó al grupo a renunciar, momento en el que entró en escena la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, que consiguió días después un principio de acuerdo con los comités de empresa tras negociar con los comités de empresa la oferta presentada por un nuevo grupo inversor.

Un acuerdo beneficioso para Palencia

Este sábado, el Ministerio circula un comunicado de prensa en el que señala que “como parte comprometida con la protección de empleos, celebra este desenlace, beneficioso para las 200 personas que trabajan de forma directa en la fábrica y para el desarrollo económico de la localidad palentina”.

El Ministerio explica que en el acuerdo entre Cerealto y los trabajadores del centro VB1 “se recogen las medidas para asegurar la actividad productiva, entre las que se encuentra un plan de inversiones por parte de la empresa que tomará forma en los próximos meses y supondrá mejoras progresivas de las instalaciones y maquinaría de la fábrica”.

Industria agradece, además, “la buena disposición y el esfuerzo conjunto de Cerealto, el Comité de Empresa de VB1 y el resto de instituciones que han facilitado el entendimiento entre la empresa y los trabajadores, como el Ayuntamiento de Venta de Baños y la Junta de Castilla y León” y destaca “la coordinación entre administraciones y la cogobernanza” como “claves en el marco de un objetivo común, como es el de proteger empleos e impulsar el desarrollo económico en la zona”.

El departamento que ahora dirige Héctor Gómez recuerda el Plan de Competitividad rubricado por Maroto el 13 de junio de 2022 que brindaba “un futuro industrial para la empresa y garantizaba una oportunidad laboral para las familias que dependían de la planta, un buen ejemplo de apuesta por el avance y crecimiento de la España rural, en este caso de Castilla y León, una de las prioridades que ha manifestado el Gobierno de España durante la última legislatura”, señala.