El hospital de campaña de Ifema se ha convertido en un auténtico símbolo de la lucha contra el coronavirus en España. Los esfuerzos por promocionar el trabajo realizado para montar este centro han sido constantes por parte de la Comunidad de Madrid, llegando a celebrar una gran fiesta de despedida que acabó con las quejas de todos los que vieron las imágenes al constatarse que no se respetaron las medidas de seguridad entre reconocimientos de las autoridades y la parafernalia que llevaron a cabo la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa de la ciudad, Begoña Villacís.

Subidos a una food track, repartieron bocadillos a sanitarios e invitados. Invitados que, tal y como trascendió posteriormente, fueron llamados a participar masivamente en aquel evento. El ya conocido como ‘Ifemazo’ supuso el cierre de un hospital de campaña por el que pasaron cerca de 4.000 contagiados y 1.400 profesionales.

Las prisas por dar la vuelta al complejo ferial para que prestara un servicio médico, descongestionando las UCI de los hospitales públicos madrileños y aligerando un poco la presión hospitalaria durante la peor etapa de la crisis de la Covid-19, llevaron a la Comunidad de Madrid a adjudicar servicios a empresas privadas conocidas para la consejería de Sanidad y que recibieron un alto importe por el trabajo realizado. Tal y como ha recogido El País, se realizaron 15 contratos: nueve hasta el 30 de junio (el hospital cerró el 1 de mayo), dos hasta el 31 de mayo, tres hasta el 31 de marzo y uno posterior. Adjudicaciones que han supuesto al erial madrileño un gasto de 15,6 millones de euros, lo que supone que cada día que el hospital de Ifema permaneció abierto se gastaron más de 380.000 euros.

Uno de estos contratos, por valor de 368.995,38 euros, recayó en la empresa Ibérica de Mantenimiento (Iberman), perteneciente al Grupo Empresarial Electromédico -que también comprende a Asime e ITH Maroc-. El GEE ha mantenido una relación fluida con la administración regional, en manos del PP dese hace 25 años, valiéndose de prórrogas sin concurso público denunciadas por la oposición y a las que no se les ha puesto remedio. ElPlural.com ha informado en exclusiva de las relaciones de este grupo con los principales hospitales de la Comunidad de Madrid.

Una trama encubierta de la que la consejería popular no ha querido dar declaraciones pese a la insistencia mostrada por ElPlural.com. Sí lo han hecho algunos de los hospitales que han cometido esta infracción contractual, reconociendo la información y dejando en el aire el motivo por el que hasta ahora no se ha iniciado un nuevo procedimiento de contratación mientras se siguen destinando millones de euros a las citadas empresas sin que medio ningún concurso público.

Por el momento, son siete los hospitales que han sido sometidos al escrutinio este medio. Una trama orquestada que se conecta a lo largo y ancho de Madrid: 30 millones de euros en La Pazmás de 22 en el Clínico San Carlos16 en el Severo Ochoa14 en el Ramón y Cajal3 millones en el Niño Jesús900.000 euros en el Universitario de Getafe y cientos de miles de euros en el Carlos III.

Corrupción en equipos que ayudan a salvar vidas

La gravedad de lo ocurrido es máxima. Estamos hablando de equipos que ayudan a salvar la vida o prolongarla. Como ejemplos basta con citar los equipos de anestesia y el instrumental quirúrgico utilizados en las operaciones, las unidades de radioterapia para el tratamiento del cáncer o las incubadoras que necesitan los recién nacidos prematuros. Los equipos de electromedicina también mejoran la calidad de vida, como ocurre con los marcapasos, que permiten orquestar los latidos del corazón; las prótesis, que compensan la pérdida de un miembro, o los hemodializadores, que sustituyen la función renal.