Todo empezó en África. Es la frase con la que se zanjan las discusiones sobre el origen del homo sapiens. El registro fósil y las huellas impresas en lo que una vez fue barro y hoy es roca, así lo afirman. O mejor, dicho lo afirmaban. Un reciente descubrimiento parece dar paso a una nueva teoría.

Homínidos en Europa hace 5,7 millones de años

Sin duda se trata de una teoría osada y que todavía tendrá que pasar por múltiples filtros y conformaciones. Según esta idea, los homínidos llegaron a Europa en un estado evolutivo muy anterior. Y aquí se convirtieron en los humanos que hoy conocemos. Esta afirmación se ha aventurado a partir de una huella hallada en una isla griega. Una señal que ha sido analizada por el Instituto Geológico Polaco de Varsovia. Según los expertos, la huella tiene alrededor de 5,7 millones de años y corresponde a un homínido que podría ser antecesor de nuestra especie. Desde luego es un descubrimiento sorprendente a más de 2.000 kilómetros de la región de Chad, donde se pensaba que empezó el camino de los monos a los hombres. Y separados por un profundo mar.

Alguien que caminaba erguido

Los expertos ha estudiado dos rastros distintos, pero inequívocamente, ambos corresponden a especies que se desplazaban exclusivamente sobre sus extremidades inferiores. Esta deducción se hace a partir de la forma de la huella, pues aquel ejemplar reposaba toda la superficie del pie sobre el suelo, y no solo los pulgares, como hacen los cuadrúpedos cuando se yerguen. Además, la forma dejada sobre el barro se corresponde con un perfil claramente homínido. Esta huella supone un revolución en la datación del proceso de desplazamiento de las primeras especies de homínidos. Si efectivamente, se remonta a hace 5,7 millones de años, significa adelantar el calendario casi dos millones de años respecto de la fecha en la que hasta ahora se creía que habían comenzado los desplazamientos de estos antepasados del hombre fuera de África.