Tras 12 años de aguirrismo, ha llegado el momento de decir adiós. Entre aplausos cerrados durante todas las ocasiones en las que se ha dicho su nombre, Esperanza Aguirre se ha despedido definitivamente como líder del Partido Popular de Madrid en el Congreso que este sábado encumbrará a su sucesora, Cristina Cifuentes.

María Dolores de Cospedal, Cristina Cifuentes y Mariano Rajoy han alabado en sus discursos la labor de Aguirre y le han dado las gracias entre aplausos, ante los que ella se ha levantado soltando alguna lágrima y ha saludado a todos los presentes.

“Gracias por tanta dedicación, tanta vocación y por esa personalidad que deja impronta en la política española”, ha dicho en su discurso la secretaria de Organización del partido, María Dolores de Cospedal.

Y no es para menos, tras más de una década al frente del partido regional, Aguirre deja tras de sí un enorme legado, aunque el tiempo dirá si es más para bien o para mal. Lo que más resonancia tiene actualmente son sus ranas, como ella las llama. Esos altos cargos de su entorno, con Francisco Granados a la cabeza, que han acabado inmersos en escándalos de corrupción, mientras ella, hasta ahora, no ha sido salpicada.

Intervención de Aguirre

La líder saliente del PP Madrileño, y actual portavoz del grupo en el Ayuntamiento de la capital, también ha intervenido ante el pleno del Congreso regional para dar cuenta de su gestión, la cual acabó hace un año cuando decidió dimitir. Durante sus palabras, Aguirre también se ha emocionado cuando la han aplaudido durante más de un minuto y algunos se han puesto en pie.