Este periódico ha presentado a los cuatro precandidatos una serie de cuestiones de actualidad, las mismas a todos ellos, cuyas respuestas permiten comparar las diferencias y similitudes de posiciones de los precandidatos en asuntos que hemos considerado cruciales.
PREGUNTA: El factor 'Podemos' ha cambiado el dibujo de la izquierda española... ¿Cómo lo explica? ¿Qué relación cree que debe mantener el PSOE con éste y otros grupos de izquierda 'nuevos' con los que podría tener que gobernar en municipios y CCAA principalmente?
EDUARDO MADINA
Podemos ha hecho un buen trabajo y han logrado un número de votos considerable. A mí no me asusta que surjan nuevas formaciones que canalicen una parte de las demandas ciudadanas. Por mi parte, sean bienvenidos.
El PSOE debe moverse en su espacio propio, sin miedos ni complejos. Y desde nuestro espacio debemos aglutinar a una mayoría social, porque somos un partido de gobierno, un factor de cohesión y un partido central en la política española.
El cambio que España necesita pasará por el PSOE o no será posible. Por eso debemos afrontar una transformación dentro para poder llevar a cabo una transformación fuera.
No debemos mirar ni hacia la izquierda ni hacia la derecha, porque tenemos un espacio propio que volverá a darnos una amplia mayoría de cambio y progreso.
José Antonio Pérez Tapias (Foto: EFE)
JOSÉ ANTONIO PÉREZ TAPIAS
El surgimiento de Podemos, con la fuerza que lo ha hecho, tiene que ver, entre otros factores, con un desplazamiento de votos por parte de antiguos votantes del PSOE hacia esa fuerza política. Responde, pues, a una manifestación crítica, que no de desafección política, respecto a las carencias en cuanto a proyecto y credibilidad de la misma oferta electoral del PSOE.
Aunque no sea solo eso, es, por tanto, algo que debe interpretarse como un aldabonazo para que el PSOE ponga al día su proyecto, sus estructuras, su mensaje político, su forma de hacer política, su democracia interna, etc.
Más allá de lo que puede significar Podemos en la coyuntura actual, el PSOE, recuperando su credibilidad y a partir de ahí la confianza de sus votantes, debe encaminar su estrategia a tejer alianzas por la izquierda y no a dejarse atrapar en la gran trampa que sería una gran coalición con el PP.
PEDRO SÁNCHEZ
He reiterado que una partido como el nuestro, con más de un siglo de historia, tiene experiencias y humildad bastantes como para observar y respetar los fenómenos electorales que han sucedido, se producen o puedan darse en España en el futuro.
La explicación a ese fenómeno que cita es sencilla. No hay misterios. Hay muchos ciudadanos que han querido expresar claramente en las urnas su frustración y enfado en relación con las políticas y las actitudes del PP y de un PSOE, que aún no se había renovado. Además, han querido hacerlo en el momento y en la urna correspondiente. Entienden que ambos partidos no hemos sabido hacer nuestros deberes.
Su voto merece un respeto inteligente, aunque no menor que el de otra mayoría callada y desmotivada que en las elecciones europeas se quedó en su casa. La voz de unos y el silencio de otros no es desdeñable. Estos millones de personas, los segundos, cinco veces más que los primeros, según el histórico de estadísticas de voto en elecciones municipales y autonómicas, volverán a votar previsiblemente en unos meses.
El PSOE realizará un análisis cuidadoso de los resultados para recuperar el terreno perdido que no es otro que el de una izquierda nítidamente comprometida con los problemas realidades de la sociedad y alejada de los errores del pasado que provocaron la desconfianza y la desmotivación de la ciudadanía.
En todo caso, nuestra referencia de éxito de futuro pasará por nosotros mismos. Hablar en clave de alianzas postelectorales, cuando aún no existen convocatorias a la vista es un esfuerzo inútil.
ALBERTO SOTILLOS
Podemos ha dejado claro algo que los militantes del PSOE veníamos advirtiendo desde hace años a nuestro partido cuando decíamos que era necesaria una nueva forma de hacer política, que los ciudadanos sólo confían en los partidos que pueden controlar y fiscalizar. Avisamos que ya no servían campañas electorales meramente publicitarias y que en estos momentos el voto se definiría por la credibilidad de las siglas y los políticos.
Esa sociedad española, madura democráticamente, tiene claro que sólo es posible un modelo político en el que ellos tengan el control de la acción política y eso es algo que el PSOE lleva años sin ser capaz de ofrecer porque las decisiones se toman en despachos desconocidos.
