El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha intentado de nuevo echar balones fuera sobre el accidente de tráfico provocado por uno de sus hijos, José, y de su escandalosa huida posterior. Hace unos días se amparó en la abdicación del rey para evitar el asunto, mientras que este lunes al ser preguntado sobre el incidente declaró que "los asuntos de familia se tratan en familia".

Su hijo, su coche, su casa y sus escoltas
El ministro apela así a la privacidad para evitar el asunto, pero al ministro de Justicia se le presupone ejemplaridad pública ante la ley y debería dar explicaciones, primero porque aparece salpicado directamente por el incidente. Según varios medios, el coche con el que José Ruiz-Gallardón -al principio se apuntó a un hermano suyo, Alberto- chocó contra otro vehículo es propiedad de su padre. Además cuando huyó de la escena sin querer hacer el parte se refugió en la casa del ministro y los escoltas negaron a la Policía que acudió al lugar que el vehículo hubiera entrado allí. Testigos hablan de que el hijo del ministro iba bebido y que en su huida estuvo a punto de atropellar a una mujer cuyo coche también golpeó. ¿No debe dar explicaciones un ministro de Justicia que ve que su hijo, su coche y su casa aparecen en el epicentro de un hecho que puede generar alarma social y más habiendo precedentes tan recientes de intentos de huir impunemente como el de su compañera de filas Esperanza Aguirre?

Mezcla de familia y política
La separación entre público y privada tampoco está muy clara en el caso de la familia de Gallardón, de hecho el ministro invocó la labor de su padre para justificar su retrógrada reforma del aborto. Además su hijo José, el conductor que huyó, trabaja para el despacho Uría & Menéndez, el mismo que representaba al conductor kamikaze condenado a 13 años de cárcel al que el ministro de Justicia intentó indultar. El Tribunal Supremo evitó el indulto por su "arbitrariedad". No hay que olvidar que en la familia de Gallardón la política, siempre desde arriba, está muy presente de generación en generación. El suegro del ministro, José Utrera Molina, fue ministro secretario general de Falange y no desaprovecha ocasión para proclamar su añoranza de aquellos tiempos en los que no tenían que dar explicaciones a nadie.