El Gobierno y el PP no paran de contar que en Europa se les respeta y que, gracias a ellos, España ha recuperado prestigio internacional. Mientras ellos afirman esto y sus periodistas de cámara lo replican, de Europa no paran de llegar tortazos como pianos. Primero el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, engañó a Europa con la cifra de déficit, respondió soberbio a un periodista extranjero que Europa jamás había rectificado una cifra a un gobierno español y llegó Europa y -por primera vez en la historia- rectificó la cifra al Gobierno y dejó a Montoro como mentiroso. Y ahora el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, le ha metido una regañina de las que hacen época al ministro de Economía, Luis de Guindos. Es la segunda.

Récor De Guindos: único ministro europeo con 2 broncas
Luis De Guindos puede presumir de un récord: en poco más de un año como ministro es el único de la UE que ha recibido dos reprimendas públicas del Banco central Europeo. Y es algo muy serio, porque el BCE tiene como norma con criticar en público. De guindos ha acabado con la paciencia de Draghi. Su primer reprimenda al Gobierno español hizo historia, porque cabe recordar que cuando Rajoy y De Guindos nacionalizaron Bankia y echaron a Rato, en una comparecencia ante el Parlamento Europeo un visiblemente enfadado Draghi afirmó que "las cosas no se `podían haber hecho peor". Fue inédito porque el presidente del BCE, por norma y tradición, jamás reprende en público a un ministro, y porque la primera vez Draghi lo hizo nada más y nada menos que ante el Parlamento Europeo y muy enfado. Ahora la segunda reprimenda también es pública, pero por escrito.

Por las preferentes
No hay que olvidar que Europa ha rescatado a la banca española y, por tanto, el Gobierno debe informar de cualquier actuación en este tema. Y los rescatadores son los que dan el permiso. El ministro de Economía no puede hacer lo que le dé la gana. El Partido Popular tiene un problema serio con los afectados por las preferentes, no les vale decir que ellos no tienen la culpa porque los afectados exigen soluciones, exigen que se les devuelva el dinero y eso se lo piden a quien se lo tienen que pedir: a quien gobierna ahora.

Europa dejó muy claro en las condiciones de rescate bancario que los titulares de preferentes tendrían que perder parte de su dinero y fijar esa parte era competencia exclusiva del Gobierno español. El Gobierno ha aprobado ya el decreto en el que se establecen las quitas que van del 40 al 60%. En ese decreto -muy complicado técnicamente para no especialistas- el Gobierno aprueba utilizar el Fondo de Garantía de Depósitos para que los bancos nacionalizados puedan pagar el porcentaje que tengan que devolver de las preferentes y para dar liquidez a las nacionalizadas Novagalicia Banco y Catalunya Banc.

El Fondo de Garantía de Depósitos es el dinero que aportan a una caja común todas las entidades financieras (nacionalizadas o no) para garantizar los depósitos (el dinero) que los ciudadanos tienen en los bancos. A Mario Draghi no le gusta nada que se utilice un dinero que es de los ciudadanos para atender las necesidades de los bancos con las preferentes o para que sus acciones valgan algo.

Da la razón al Santander y al BBVA
Tanto el BBVA como el Banco Santander habían manifestado su rechazo a estos planes del Gobierno de Rajoy. Aunque públicamente tanto Francisco González (BBVA y pata negara PP) como Emilio Botín (Santander) no hacen otra cosa que elogiar al Gobierno, pero en privado sus quejas y críticas a De Guindos son continúas. Utilizar dinero del Fondo de Garantía de Depósitos para pagar parte de las preferentes es coger dinero de todos -bancos sanos y quebrados- para solucionar los problemas de una parte. Ya Emilio Botín dijo hace unos días que "cada uno debe pagar lo suyo".

Pero además el ministro de Economía ha determinado que los bancos que participen en el banco malo (SAREB) recibirán una compensación: tendrán que aportar menos dinero al Fondo de Garantía de Depósitos. Esta medida perjudica especialmente al BBVA, que se ha negado a participar en el banco malo, que tendrá que pagar un tres por mil sobre los depósitos asegurados sin descuento alguno. El BCE se pronuncia claramente en contra de los descuentos por participar en el banco malo, porque según el plan presentado por el propio Gobierno español "el plan de negocio en que se apoya prevé beneficios razonables para los inversores, por lo que no es necesario eximir de pago al Fondo de Garantía de Depósitos a entidades que han decidido invertir en la Sareb por razones de negocios".