El pasado jueves, tras once años, el periodista Jordi Évole anunció que dejará de presentar Salvados. Una noticia que provocó un gran revuelo y mucha expectación por ver cómo sería su último programa.

"No es la primera vez que hago un reportaje en el barrio de Sant Ildefons. Con ocho años, mi padre y su amigo Enric me pusieron delante de una cámara. Era el niño que tenían más a mano. Hoy en #SalvadosMiBarrio veremos imágenes de ese documental". Con estas palabras, Évole presentaba su último programa.

Un pequeño Évole con una voz en off sobre unas imágenes antiguas dice: “"Hola, Rafa, ya estoy otra vez aquí, después de las vacaciones pasadas en tu pueblo. Voy a cumplir con la promesa que te hice de explicarte cómo es este barrio donde vivo, San Ildefonso. Pronto será la hora de salir y me haré a la idea de que salgo contigo y te enseño cómo es San Ildefonso".

Así las cosas, el periodista dedicó un documental a su barrio, entrevistando a numerosos vecinos. Una mujer le habló sobre lo que piensa de Vox y el PP: “’Vamos a por moros, a por gitanos…’; son Franco resucitado”.

Pero no solo se trató de un programa con opiniones sobre la política actual, sino también, del día a día. De la vida y los sentimientos de los ciudadanos: una mujer explicó que el día que su marido falleció tras caerse de un andamio se le acabó la felicidad, una pareja que advierte que “vivir sin emoción y sin hacer lo que te gusta no es vivir”, feminismo, un hombre que explica las vicisitudes que vive cuando el amor de tu vida empieza a perder la memoria… En definitiva, historias humanas.