El periodista Martin Bianchi ha reaccionado públicamente a la portada de la revista Hola, en la que Ana Obregón aparece celebrando el segundo cumpleaños de su nieta, Anita. “Ana podría pagar al mejor psicoanalista lacaniano de París o Buenos Aires con todo lo que gana con su nietija”, escribió Bianchi en su cuenta de X.
La portada muestra a Obregón posando junto a la niña en una fiesta decorada en tonos rosas, rodeada de globos y con la presencia de Minnie Mouse. En el interior de la publicación, la actriz ha asegurado: “Durante tres años estuve muerta… hasta que nació Anita. Con ella, he resucitado”. También afirmó: “No cumplo 70 años, sino dos”, en referencia a la nueva etapa vital que, según relata, comenzó con la llegada de su nieta.
“Me dedico en cuerpo y alma a Anita”
Ana Obregón ha explicado que ha reordenado por completo su vida para cuidar de la niña. “Por muchos motivos, me dedico en cuerpo y alma a ella. Con Aless no pude, porque trabajaba cinco o seis días a la semana. Me perdí tantas cosas…”, señaló. También ha contado que ahora rechaza trabajos para poder centrarse en su vida familiar: “Ya no tengo que demostrar nada. Mi vida ahora es mucho más interior”.
Respecto a la celebración, Obregón ha detallado: “Quería que fuera un cumple que no se le olvidara nunca. Trajimos hasta a Minnie Mouse, que cantó las canciones favoritas de Anita: Flowers, de Miley Cyrus, y Shake it off, de Taylor Swift”.
“La habitación de Aless sigue igual”
Durante el reportaje, Ana reveló que su nieta ha dormido hasta ahora en la habitación de su padre fallecido. “Jamás voy a tocar nada de ahí. Está todo como lo dejó: su ropa, sus zapatos, la maleta del hospital… Anita había estado, hasta ahora, de ‘okupa’ en la habitación de su papá”, explicó. Por ese motivo, ha preparado una nueva estancia para la niña: “Su habitación parece la de una casa de muñecas”.
Uno de los momentos más comentados ha sido el que vivió el día del cumpleaños. “Cuando Anita me cantó el Cumpleaños feliz, miró hacia el cielo y dijo: ‘Un beso arriba’”, relató. Según contó, la pequeña duerme con una almohada en la que está impresa la imagen de su padre: “Desde que la vio y supo que era su papá, no se separa de ella”.
“Sé que estoy cumpliendo el último deseo de mi hijo”
Obregón ha recordado a Aless Lequio en varios momentos de la entrevista. “Sé que está tranquilo y en paz sabiendo que he cumplido su último deseo”, afirmó. “Aunque estoy rota de dolor, tengo la tranquilidad de estar cumpliendo absolutamente con todo lo que él quería, tanto con su hija como con su fundación”.
También reconoció que, aunque sigue marcada por la pérdida, encuentra consuelo en el presente: “Sé que ya no volveré a sentir la felicidad que tenía cuando Aless estaba conmigo. Ese dolor nunca se pasará”. Sobre su exposición mediática y las críticas que recibió, sentenció: “Cuando alguien opina algo de mí me hace cosquillas. Cuando unos padres pierden a su hijo, es imposible que ninguna otra cosa te provoque dolor”.