1990. Parte de las tropas españolas se encuentran en la Guerra del Golfo. La mayoría, marineros de entre 18 y 22 años que aún estaban haciendo la mili y que habían sido mandados en fragatas. El país expresó su malestar ante la paticipación de España en la guerra con múltiples manifestaciones y protestas, y el Gobierno sabía que tenía que calmar los ánimos. Por ello, decidió recurrir a una de las estrellas del pop del momento: Marta Sánchez, que ofreció dos conciertos a bordo en plenas fechas navideñas. Este domingo, Anatomía de... contó lo que no se vio de este evento.
Con el objetivo del calmar el ambiente y mostrar que los soldados se encontraban en perfectas condiciones, el por aquel entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, le solicitó a RTVE hacer una gala especial de Navidad en la que Marta Sánchez, que triunfaba con Olé Olé, fue la protagonista. El director general del ente público, Jordi García Candau, fue el responsable de organizar estas galas que corrieron a cargo del ministerio de Defensa: "Querían un espectáculo en el que los soldados se divirtiesen y que sus familias viesen que estaban contentos".
En un primer momento se valoraron distintas opciones, como fue la de Isabel Pantoja: "Me dijeron que iba a haber un especial en el Golfo en dos barcos, el 24 y el 25 de diciembre, pero todavía no sabían quién iba a ser, si Marta Sánchez o Isabel Pantoja", contó Luis de Galinsoga, realizador de la gala. "Yo dije que para mí, aunque no había trabajado nunca con Marta Sánchez, la prefería a ella. (...) Marta Sánchez le va a dar vida a la Marinería. La Pantoja, por mucha bata de cola que se ponga y medio escote no va a mover a las tropas".
Finalmente, la decisión la tomó Candau, pensando en que "tenía que ser algo distinto, más moderno, más joven": "Entendimos que este era un grupo que entonces funcionaba muy bien y estaba muy potente, con una cantante maravillosa con una imagen fenomenal".
Los conciertos se realizaron a bordo el 24 y 25 de diciembre y fueron todo un evento, ya que se retransmitieron por TVE. Las imágenes trataban de mostrar a unos soldados felices mientras que Sánchez lanzaba mensajes tranquilizadores a la sociedad española: "Tranquilo todo el mundo en España, que aquí no se está tan mal".
"Me juego el pescuezo a que eso estaba planeado", declaró Patricia Redondo, una de las bailarinas de Marta Sánchez en estas galas. "Querían que las madres estuviesen tranquilas. Demostrar que los chicos estaban muy bien y que no había peligro de nada", añadía la acompañante.
Lo cierto es que muchos de los soldados tampoco estaban de acuerdo con este evento. Txomín Pineda, que tenía 19 años cuando hizo la mili en la guerra del Golfo, aseguró que hubiese preferido ver a su familia que una actuación de Marta Sánchez: "Comentábamos entre nosotros que, ¿por qué en vez de traer a Marta Sánchez, el ministro de Defensa y mucha más gente; no trajeron a nuestros padres, madres o novias para pasar el día de Navidad?". El exsoldado apuntó a que las prioridades, e intenciones, de los de arriba eran otras: "Era propaganda para que la gente viese que estábamos bien. Se nos veía contentos y bien cuidados".
Pineda desveló que el peso de la organización se convirtió, además, en una labor de los soldados: "Fue bastante más trabajo. El día de Navidad nos tocó servir las copas y antes de eso estuvimos preparando las mesas o el decorado". Redondo, la bailarinas de Marta Sánchez en esta gala especial, corroboraba estas palabras: "Recuerdo que los soldados se dieron una paliza tremenda para que se viera todo lo bonito que se vio en Madrid, pero la paliza se la llevaron los chavales".