La Vida Moderna, el programa que presenta David Broncano junto a Ignatius Farray y Quequé, se enfrenta a un problema judicial. Lejos de lo que podría esperarse, nada tiene que ver esta historia con los límites del humor ni con el honor de nadie al que haya molestado un chiste. Todo tiene que ver con una oveja que no fue contratada hace tres años.

Para esta historia, que ha revelado Broncano esta semana en el programa, hay que remontarse en el tiempo hasta hace tres años, cuando el éxito de La Vida Moderna convirtió el programa en un formato diario y no semanal.

Para celebrarlo, los responsables del programa tuvieron una de sus ideas locas: "Estábamos muy contentos y queríamos hacer un vídeo loquísimo, con jaleillo... La idea era que nosotros salíamos por el pasillo, estaba Iñaki Gabilondo en calzoncillos, hacíamos un high five con Francino... Y en un momento dado, salíamos a la terraza y había una llama", explicó Broncano.

La llama es un animal fetiche con una larga historia en La Vida Moderna, pero los jefes de la SER no aceptaron la propuesta. "Contactamos con una empresa de las que llevan llamas y nos cobraban 422 euros. En la Cadena SER y nos dijeron: 'Mi polla morena'". Así que Broncano optó por una opción más asequible: una oveja. Algo que, en principio, sí convenció al departamento de producción, pero que acabó siendo descartado por el equipo de seguridad: Nos dijeron que se no se podían subir ovejas a la Cadena SER por si se bloqueaba el montacargas".

La historia se quedó aquí hasta que ahora, tres años después, ha llegado la notificación: "Nos ha llegado un burofax de un bufete de abogados para proceder judicialmente contra La Vida Moderna de la Cadena SER en reclamación de una cantidad de 260 euros. Les ofrezco una última oportunidad para evitar un juicio. Tienen 15 días para proceder al pago de la mencionada cantidad".

La cantidad que reclaman los ganaderos, dentro del presupuesto manejado, no es descabellada, pero como avisó Quequé, limitarse a pagar iría en contra de la commmedia: "Si pagamos, evitamos un juicio, pero, si no pagamos, podemos ir a un juicio que puede ser muy divertido". La decisión quedó en manos del público del plató y la decisión fue unánime: irán a juicio por una oveja.