El programa estrella de Telecinco, Gran Hermano, está sufriendo —término que no es casual— su particular revolución. Con los concursantes viviendo una especie de totum revolutum en la casa, la guerra fría entre fandoms está servida. A juzgar por los últimos veredictos de 'la audiencia', y sobre todo en la expusión de Maica, hay una pregunta que ya comienza a resonar en algunos círculos: "¿Debería el reality show cambiar su sistema de votación?". Un troleo histórico ya se está cociendo en redes sociales.

El pasado jueves se vivió una de las expulsiones más comentadas, tras la de Daniela. Las dos íntimas amigas de la habitación rosa eran las archienemigas de la casa, lo que daba más emoción a la convivencia que estaba empezando a caer en la monotonía del bando azul. Con Ruvens al mando de la casa junto al ahora empoderado Edi, tras las recientes expulsiones, lo único que aportaría entretenimiento es una posible ruptura amorosa entre el gallego y Violeta o un improbable enamoramiento entre el cinéfilo y Óscar. Es decir, en la casa de Guadalix de la Sierra solo los escenarios más improbables podrían dar algo de ‘vidilla’ al concurso.

Unos desmerecidos finalistas

Los proclamados finalistas de Gran Hermano son: Juan, Edi, Violeta, Ruvens, Óscar, Nerea y Jorge. Siete de los concursantes que menos movimiento han causado dentro de la casa, llegando a catalogarlos de ‘muebles’ debido a su inactividad. La única excepción podría ser Ruvens que, aunque ha pecado de ser uno de los mayores titiriteros de la edición, como lo describía Maica, ha sabido dar contenido para los espectadores, que ahora tiene que hacer frente a las consecuencias de lo votado la semana pasada.

El 'boicot' al concurso

La expulsión de Maica marcó un final anticipado para la mayoría de los seguidores del programa. A pesar de que las encuestas indicaban que la murciana no sería la concursante expulsada, los resultados los marca el sistema de voto de Mitele. Un modo de elegir a los expulsados que podría poner en jaque el buen funcionamiento del concurso, que ahora podrá verse boicoteado por todos aquellos que visualizaban a Maica como ganadora. Esos seguidores ahora votan de manera masiva, tal y como han hecho saber en X, a Juan, uno de los concursantes que se ha caracterizado por mantener un perfil bajo durante todo el concurso. Lo que hace plantearse si el sistema de votación vigente es el ideal.

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¿Existe alternativa real al sistema de votación actual?

Aclamado durante años, incluso desde el Estudio 6 de Mediaset España, el voto gratuito llegó al reality show por excelencia para quedarse. Coincidiendo con la llegada de Gran Hermano VIP 8 y el regreso del formato tras varios años en barbecho, el grupo de comunicación decidió abandonar las llamadas o mensajes de texto como modalidad para elegir al expulsado.

Y lo cierto es que esta medida consiguió 'democratizar' un programa donde las decisiones de la audiencia lo son prácticamente todo. Pero ese 'todo' no se convirtió en un camino de rosas: tras la victoria de Pedro García Aguado en Supervivientes, la protagonista de este Gran Hermano ha pronunciado un ¿anticipado? adiós. Ahora las expulsiones carecen de la expectación de antaño, tan solo hay que asomarse a las redes sociales para ver cómo pueden estar oscilando los porcentajes.

Entonces, ¿existe una alternativa real al sistema actual de votación? Siempre la hay, otra cuestión es que sea del agrado del espectador. Gran Hermano puede jugar, es el momento para que Telecinco explore nuevas vías mientras transita ese "desierto" del que tanto se ha escuchado hablar en los últimos años. ¿Podrían convivir un voto gratuito y otro de pago, con pesos distintos en la decisión final? 

Quizás, un giro al sistema de votación de Eurovisión Junior podría suponer un antes y un después aplicado a Gran Hermano. ¿Y si el voto del público durante la semana contase un 50% y el peso restante se acumulara durante la gala principal de los jueves? Antaño, el 'voto galero' lo fue todo para este formato precisamente por ser el momento de mayor audiencia.

¿Qué otros sistemas podrían funcionar? ¿Expulsiones decididas entre la audiencia y los propios concursantes? ¿Un jurado especializado en Gran Hermano añadido al criterio del público? Pensándolo bien, esta última no es una opción viable. Sea como fuere, la expulsión de Maica avecina un troleo histórico para facilitar la victoria de Juan.