Zapeando veía la luz en el año 2013, siendo Frank Blanco su primer presentador, rol en el que permaneció durante seis años. Sin embargo, en 2019, se anunciaba su salida del formato de laSexta y todo apuntaba a que había sido una decisión tomada por el propio presentador. Sin embargo, ahora, otros seis años después, él mismo ha confesado que fue un despido.
El catalán ha hablado sobre este tema en el podcast Te va a picar: "Esto no lo he contado nunca, pero no fue decisión mía, aunque lamentablemente así lo vendí y eso es lo que dije". Y es que en julio de 2019, cuando se conoció su salida, el comunicador dijo que abandonaba el formato para afrontar nuevos proyectos: "Pensé que jugaba a mi favor decir que había sido decisión mía". No obstante, seis años después, Blanco reconoce verlo con otros ojos.
El presentador también ha desvelado que no le gustaron las formas en las que quisieron hacer la transición, sin darle la oportunidad de finalizar la temporada: "Lo que me pareció feo es que yo me iba a ir de vacaciones de verano un viernes y se esperaron a ese mismo viernes por la mañana para tener la conversación conmigo. Si hubiese dependido de ellos, ese día hubiese sido mi último programa".
Por ello, Blanco se negó a afrontar una salida inmediata y, tras mucha 'pelea' con sus superiores, consiguió que le dejaran hacer un cierre que se ajustaba más a lo que él deseaba: "Conseguí irme de vacaciones, volver, cerrar toda la temporada y hacer el relevo como yo consideraba que se tenía que hacer con Dani Mateo". Sobre su sustituto también se ha pronunciado, y ha reconocido que no le guardó ningún tipo de rencor: "A veces pasa que cuando te sustituyen por alguien tú te enfadas con ese alguien. Yo no me enfadé con Dani Mateo porque, en estas cosas, nunca hay que equivocar al enemigo. Yo le deseaba lo mejor a Dani. No me parecía bien [cómo se quería gestar el reemplazo] pero no era culpa de él".
Sobre las causas que llevaron a los superiores de San Sebastián ha prescidndir de él ha preferido no dar más explicaciones, aunque sí asegura que la decisión no le sorprendió: "Era una razón muy subjetiva. Se quería hacer cambios y se hicieron, pero fueron terribles y tuvieron que recular para volver al programa que teníamos que seguir haciendo".
“Cuando hay cambios en las direcciones de las productoras y las televisiones, la gente toma decisiones. Yo no coincidía con esas decisiones y, de hecho, Zapeando era un programa muy extraño durante mis últimos meses. Tampoco me extraña que dijeran 'pues mira, que lo presente otro', porque yo daba un poquito de guerra al decir que estábamos desnortados. Pero si la cadena y la productora, que saben más que tú, dicen que el programa tiene que hacer un cambio profundo que pase por algunos colaboradores, por formato y presentador... pues muy bien, ahí lo tenéis", concluye el presentador.