Todo hubiese quedado en una anécdota para los trabajadores de RTVE Málaga si no hubiese sido por la reacción de la tertuliana Curri Valenzuela después de que la grúa se llevase su coche. El vehículo estaba aparcado en una zona reservada sin la debida identificación, mientras la tertuliana intervenía en Las Mañanas de RNE el pasado siete de diciembre. Ese día era festivo en Andalucía y, según la propia Valenzuela, el resto del parking "tenía prácticamente todas las plazas desocupadas".
Curri Valenzuela ha declarado sin tapujos que fueron los propios trabajadores de la cadena pública los que llamaron a la grúa, tachándolos de “miserables que porque no les gusta lo que digo en la radio lleguen a hacerme esa putada”, según recoge Periodista Digital. La tertuliana también ha anunciado que no piensa volver a la emisora malagueña “porque la próxima vez igual llaman a un matón”.
Un más de la “guardia pretoriana de la derecha casposa de este país”
Pero el relato de los trabajadores es bien distinto y así lo ha recogido el sindicato UGT que tacha la actitud de la tertuliana de “prepotencia” y de “estar por encima del bien y del mal”. Valenzuela señala que solo se encontraban cuatro personas en el edificio, pero, según recoge el sindicado en un comunicado, nadie había avisado a los trabajadores que la tertuliana acudía ese día al estudio de RNE, que sostienen que no fueron ellos los que avisaron a la grúa.
La dirección, de su lado
Pero además de descalificar a los empleados de RTVE Málaga, Curri Valenzuela no dudó en dirigirse a la dirección de la cadena pública, la cual ha comunicado que, a partir de ahora, si se quiere llamar a la grúa, primero se deberá pedir permiso al Director del Centro de RTVE en Andalucía, situado en Sevilla.
El cortijo de la “guardia pretoriana”
Desde el sindicato denuncian que, más que la anécdota de la grúa, lo que demuestra la actitud de Curri Valenzuela es que se cree que RTVE “es su cortijo con el apoyo de la dirección”. Desde UGT no dudan en describir a la periodista como “otro tertuliano más de TVE que carga contra lo público pero que luego exigen” privilegios, un miembro más de la “guardia pretoriana de la derecha casposa de este país”.