"Cada vez lo llevo mejor porque ya no me quedan amigos. Ya no me queda nada en Ucrania, he hecho limpia porque me los habéis matado a todos. No pienso volver, estamos en paz". Son las palabras de Joan Estévez, conocido como Espinosa, un mercenario español de élite. Protagonista del documental Mercenario, su relato va más allá de la ficción. Es una historia de trincheras, de abandono, de pérdidas, de sangre e incluso de corrupción. En uno de los momentos más complicados de su vida, abandonó su Valle de Arán natal para combatir en el frente, iniciando así un viaje que inicialmente no tenía billete de vuelta.

A lo largo de dos años, un amplio equipo en el que se encuentran Juanma Arizmendi, el director de este documental que se puede ver a partir de este 3 de abril en Movistar Plus, y Anna Surinyach, creadora del mismo y fotoperiodista, siguieron a Joan antes, durante y también después de su paso por las trincheras. Estévez y Surinyach ya se conocían previamente y la vida volvió a juntarlos en Ucrania, donde él luchaba contra la invasión rusa y ella cubría el conflicto como periodista. "Le dije que se grabara unos audios porque, como periodistas, no tenemos acceso al 100% de la información en una guerra, aunque nos hagan creer lo contrario, y él iba a tener información de primera mano".

El español fue muy "disciplinado" con su petición y el material ponía de relieve las "potentes historias" que sucedían en el frente, por lo que la creadora le pidió que también registrara material audiovisual. Segura de lo que tenía entre sus manos, Surinyach quería que el mundo conociera la realidad vivida por Joan, y así se fue a The Mediapro Studios, con ocho horas de audio y tres de vídeo. La idea comenzó a tomar y Arizmendi tenía claro qué es lo que le interesaba: "¿Qué le pasaba a este chico antes para que estuviera ahí?".

La ayuda no llega, el material desaparece a través de la corrupción

Mercenario "va mucho más de esa guerra tan televisada". En palabras de su creadora, el documental trata "de los grises de la guerra, de los grises de las víctimas y los victimarios, de los grises de una persona que lucha en el frente". En definitiva, sobre una cuestión que "vivimos todos, que es la complejidad del ser humano". La producción acompaña a Joan, Espinosa cuando se pone el casco y empuña el arma, pero también a sus circunstancias. "Hasta que no lo he visto no he sido consciente, realmente mi cabeza no ha procesado aún todo lo que fue viviendo porque cuando lo viví lo apartaba y lo dejaba escondido", cuenta el excombatiente.

"Fue duro, emocionante, gratificante, satisfactorio", así describe la primera vez que se enfrentó al resultado final de este título que, en sus palabras, "te va a hacer preguntarte más cosas que respuestas vas a sacar". No le cuesta definir lo que sintió cuandio vio Mercenario, pero sí lo que vivió en la primera línea. "Lo que diría es que desde casa sabemos lo que quieren que sepamos. No se está contando la verdad y la gente desconoce lo que se está viviendo en Ucrania, todas las facturas que va a dejar sin pagar", se queja. 

Aunque el equipo se centró en su historia personal, Espinosa advierte de que "si se hubiera querido, se podría haber sacado que hay muchísima corrupción". Sin desviar la mirada un solo segundo, el protagonista asegura poder "demostrar perfectamente" que "toda la ayuda que se envía no llega". "Para poder disparar con mi fusil, siendo tirador, tuve que encargar una caja de balas a una armería", asegura. "El material ha desaparecido a través de la corrupción. La ropa no llegaba y luego me la encontraba en Kiev, en los mercadillos", continúa recordando.

Joan explica que el sistema militar ucraniano es una de las principales causas de esta "corrupción": "Todas las unidades son autónomas, es decir, desde el Ministerio de Defensa se reparten presupuestos a cada unidad y cada una lo gestiona a su manera. Te puedes encontrar unidades que lo hacen bien y te puedes encontrar otras en las que el comandante es el más corrupto del mundo. Todo lo que recibe lo vende y, luego, les compra material malo a sus soldados con el dinero que ha sacado de ahí, quedándose los beneficios".

No pienso volver, estamos en paz

Mercenario es la historia de Joan Estévez y la historia de Espinosa, la historia de un combatiente en Ucrania y la de un joven del Valle de Arán, padre divorciado. El primero, "la parte humana", el segundo, "el que necesita ser frío, el que dice: 'te han formado, atento. Ahora olvídate de todo y ya habrá tiempo después de reír o llorar. Ahora es vive o muere". "Espinosa es el que le va a contar a Joan lo que ha pasado y le dice: ‘asimílalo, procésalo", define esa dualidad que lo compone.

Más de dos años de conflicto después, las bombas rusas continúan acechando el territorio ucraniano, con un acuerdo de paz aún más que en el aire. Sin embargo, a Espinosa ya no le queda dolor: "Te voy a decir una cosa muy dura. Han muerto todos mis amigos". 

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