Ante los grandes esfuerzos de Ricard Ustrell y su equipo, Susanna Griso se convertía este domingo, 9 de marzo, en la invitada de Collapse, formato de TV3. Pese a que la presentadora aseguró que es "bastante pudorosa" a la hora de hablar sobre sí misma, los espectadores asistieron a una entrevista en la que se pronunció abiertamente sobre su trabajo o su familia. Además, la catalana también realizó su confesión más personal sobre el procés.
Tras casi dos décadas en el seno de Atresmedia de la mano de Espejo Público, la periodista aseguró sentirse muy cómoda entre las bambalinas de San Sebastián de los Reyes. No obstante, señaló lo cansado que es llevar tanto tiempo en la primera línea; motivo que le llevó a tomar una importante decisión: "Estoy en una franja que es cansada. Llevo ya 19 años ahí. Los primeros años renovaba por cuatro años, pero ahora pedí renovar solo por dos años. Ya no me atrevo a hacer planes tan lejanos".
El presentador de la televisión autonómica catalana le preguntaba si, a lo largo de estos años al frene de Espejo Público, se había "excedido" y la comunicadora se remontaba a los años del procés independentista catalán, momento señalado como uno de los más complicados en su trayectoria profesional: "Con el tema del procés, yo tenía la sensibilidad muy a flor de piel. Siempre me sentía extraña en todas partes", reconocía.
Además, Griso se abrió en canal con Ustrell y le confesó lo que llegó a ocurrir en su nucleo familiar: "En Barcelona no me entendían, tenía discusiones acaloradas con mi propia familia. Y en Madrid me pasaba lo mismo, me tocaba compensar y ser el elemento discordante. Esta incomprensión permanente era muy difícil de tolerar. Anímicamente, a mí me costó mucho". En este sentido, la presentadora reconoció que llegó a "hundirse" y a decir "ya no puedo más".
La situación no repercutió en su faceta privada, sino que también afectó en su trabajo: "Quizás, en algunas entrevistas políticas ponía más vehemencia personal de la que yo querría, perdía este punto de distancia crítica que es sumamente necesaria".
La periodista, natural de Barcelona, también hablo sobre su vínculo con el catalán, uno de los pilares fundamentales en la educación de sus hijos -al igual que fue en la suya-, pese al haberse criado en Madrid: "Siempre hemos hablado en catalán en casa, porque si no, estando en Madrid, hubiera sido imposible que lo aprendieran". La de Atresmedia decidió que el catalán fuese el lenguaje principal en su hogar, pero reconoció que no todos sus hijos han desarrollado el mismo lazo: "Con Dorcette nos ha costado más, porque hasta los cinco años no se escolarizó, y los idiomas nuevos le cuestan". "Aunque le hablamos en catalán, ella muchas veces nos contesta en castellano y catalán, va mezclando", añadía, comentando que sus hijos Jan y Mireia sí que han adquirido la lengua sin dificultades.
En este sentido, Griso reconoció haber tenido que enfrentarse a preguntas o debates sobre por qué había decidido hablar en catalán a sus hijos: "Alguna vez en algún parque ha salido el tema de por qué les hablo en catalán, pero ha sido en contadas ocasiones". La periodista, que defendió el bilingüismo y sus ventajas, también reflexionó sobre cuál es, a su juicio, la percepción que se tiene sobre el catalán en el resto de la geografía española: "Desde fuera hay gente que ve el catalán con desprecio".