El cantante Miguel Ríos ha removido las redes sociales con una gran multitud de reacciones, llegando a levantar alguna que otra ampolla en los sectores más reaccionarios de la derecha y la extrema derecha, como ha hecho sin cortarse a lo largo de toda su carrera musical. En esta ocasión, las declaraciones se han hecho en TVE y se producen mientras ha comentado la situación política en España.
En una entrevista en el programa La Noche en 24 horas, de TVE, presentado por el periodista gallego Xabier Fortes, el mítico músico español ha resaltado: “He vivido el franquismo, nací en el 44, así que he vivido el franquismo. Y el otro día oyendo el pleno de la ley de amnistía oía el franquismo puro y duro”.
“Yo lo que oía es lo que había oído. Traidor, que es una palabra que le gusta mucho a los fascistas”, ha asegurado en referencia a la actitud que tuvieron aquel día algunos diputados de la bancada de la extrema derecha de Vox. De la que llegaron a aparecer algunos insultos. “Ese día pasé un día muy malo, muy malo, porque de pequeño te recuerdas. En mi casa había tanto miedo que no se hablaba de nada, pero he ido creciendo y me e dado cuenta de qué era y quiénes eran. Lo pasé muy mal”, ha destacado Ríos.
“Igual que en los 80 Reagan y Thatcher hicieron un movimiento en el que de pronto no había ningún control del comercio y pusieron al mercado por encima del ser humano. Es cuando de pronto te das cuenta de que el valor de las personas no es nada. Y ahora a lo que vamos creo que es aumentado y corregido”, ha pronosticado.
En opinión del cantante, “estamos en una deriva y desafortunadamente no es española solo, es planetaria”.
Los insultos de Vox
El debate en el Congreso de los Diputados sobre la ley de amnistía que se aprobó definitivamente el pasado jueves fue intenso, con insultos y gran revuelo. La trifulca comenzó desde la bancada de Vox, lo que provocó los comentarios ultraderechistas y los de Sumar protagonizasen una dura bronca y en la que se cruzaron constantes insultos y descalificaciones. Los insultos principalmente fueron proferidos por los de Vox a quien les molestó la intervención por alusiones del diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, y después llegaron los insultos de “traidor”, “corrupto”, “sudaca”, “tucumano” o “tonto”.
Esto obligó a paralizar el debate durante minutos y la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, tuvo que llamar al orden. La presidenta del Congreso reprobó el “espectáculo” y la “mala educación”. Diputados socialistas y de ERC ya habían pedido que no se entrara en el juego de Vox porque creen que pretendían suspender el pleno. Así lo señaló en X el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que aseguró que “es evidente que Vox ha venido con la consigna de reventar el pleno, forzar alguna expulsión de sus diputados e intentar que no se vote la amnistía”. “Y en campaña electoral. Esto estaba organizado”, sostuvo.
La chispa saltó cuando Abascal se refirió al que “le ha precedido en la tribuna”, que fue el diputado de Sumar Gerardo Pisarello, al acusarle de “arrancar una bandera de España de un ayuntamiento” y de “odiar profundamente a España”, mientras viene al Congreso “a disimular y a intentar romper la convivencia”.
Tras su intervención, el diputado de Sumar Gerardo Pisarelo volvió a tomar la palabra para defender el Estado de Palestina, acusar a Israel de genocidio y afear a Abascal que se haya reunido con “los carniceros de Rafah”. Unas palabras que provocaron el aplauso de los diputados de izquierda y los gritos e insultos de los diputados de Vox. Y su diputado José María Figaredo pidió intervenir, pero la presidenta ya no quiso prolongar más la cuestión y se lo niego.
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