Ana Rosa Quintana ya había confesado que había echado de menos la política, por lo que sus editoriales políticos no iban a tardar mucho en aparecer. Es más, no tardaron nada, y es que, la de Unicorn Content, puntual como un reloj, a las 09:00 horas, arrancaba la vigésima temporada de El Programa de Ana Rosa con un duro hachazo a Sánchez. Este martes, para no perder las costumbres, la presentadora aparecía ante los espectadores con un nuevo editorial, sobre "filtraciones", "fronteras" y "fango", en el que ha señalado al que, según ella, es el Trump español.

"La protagonista del día hoy es la letra 'F': filtraciones y fronteras. Comenzamos por la filtraciones", decía Quintana, tras una breve conexión con Ana Terradillos, que despedía La mirada crítica. "En un ejercicio kafkiano, el Fiscal General del Estado se ha convertido en el filtrador filtrado. Pide al juez que evite que los medios informemos sobre su procedimiento por filtrar datos reservados. El presunto filtrador no tiene filtro y se queja de las filtraciones de los demás. El Supremo señala que en un Estado de Derecho prima la libertad de expresión. Para el Fiscal General, la transparencia es el vestido de Bianca Censori en los Grammy, no tanto por el vestido sino por el Censori, censura pura y dura", continuaba. 

Quintana iba a pasar entonces al segundo punto, tal y como el día anterior enumeró los tres "golpes" que había recibido Sánchez en los últimos tiempos: "Moncloa, en lugar de aferrarse a la 'F' de fango, debería recurrir a otra 'F', la de fontanero para tapar sus filtraciones. Gota a gota conocemos la ristra de mensajes de Whatsapp de Reyes Maroto con Aldama, ese al que nadie conocía". Por otro lado, más allá del Gobierno central, la comunicadora señalaba directamente al candidato del PSOE-M: "Hablemos de otra 'F', Ferraz. Óscar López está en el punto de mira y el juez está pensando si cita a su mano derecha porque sospecha que Pilar Sánchez Acera también filtró. En Ferraz deberían llamar a Pepe Gotera y Otilio porque no puede haber más goteras".

Y así, llegaba al tercer punto: "La tercera 'F' son las fronteras, la palabra del año va a ser 'aranceles', pero en España tenemos a nuestro propio Trump". Ana Rosa volvía a cargar contra otro de los mencionados 24 horas antes, en el que fue el primer editorial de su regreso, Carles Puigdemont: "Puigdemont, desde Bruselas, negocia controlar las fronteras de Cataluña. La próxima vez que se meta en un maletero y el Mosso le pida el pasasporte le podrán llevar a hombros desde la Barceloneta. Junts quiere el poder para expulsar a inmigrantes y Sánchez negocia para poder hacerlo. ¿Hay algo más trumpista y menos socialista? ¿Dónde quedó el Gobierno que acogió a los inmigrantes del Open Arms? Cataluña podrá expulsar inmigrantes mientras que Canaria se desborda".

La presentadora iba a concluir su discurso con la siguiente frase: "Hemos pasado de la financiación singular a la inmigración singular. Siempre, siempre ha habido clases".

El primer editorial de Ana Rosa en su regreso a las mañanas

Ana Rosa Quintana volvía a la franja matinal este lunes, 3 de febrero. La presentadora dejaba claro que iba a poner toda la carne en el asador, y es que, a las 09:00 horas, se disponía a pronunciar su primer editorial. El principal destinatario de su mensaje fue Pedro Sánchez, aunque también se pronunciaron el del Fiscal General del Estado o Carles Puigdemont.

Muy buenos días a todos. Esta es la temporada número 20 de El Programa de Ana Rosa y gracias a ustedes por seguir ahí. Para nosotros es una cuestión de confianza y, precisamente, Pedro Sánchez se tiene que someter a una cuestión de confianza antes de mes y medio. Es el plazo que le ha dado Puigdemont, que es el que manda, para ganarse su confianza ciega, para convertir el Parlamento en el 'Congreso de las tentaciones', si no lo hace, tendrá que ver ante sus ojos como sus socios de legislatura se alian entre ellos y le son infieles con otras formaciones.

Pero no verán llorar a Sánchez ante las cámaras porque, una vez más, se convertirá en un tentetieso, ese juguete que siempre se tamblea, pero que nunca se llega a caer. Da igual de dónde le llegue el golpe, porque siempre se pone de pie. Aunque al levantarse no tiene por qué mirar al mismo sitio gracias al lastre que lleva debajo, siempre siempre se queda en pie. En los últimos tiempos, Sánchez ha recibido varios golpes y se ha levantado.

Golpe número uno: el Fiscal General del Estado, imputado, negándose a declarar ante el juez ha sido como ver a un árbitro metiendo un gol para ganar una apuesta. La excusa que ponen para la filtración de datos reservados es que 60 personas accedían a los correos de la Fiscalía, incluso señalan a la señora de la limpieza como responsable de dejar como la patena el correo del Fiscal. Los cambios de móvil cada seis meses por seguridad, pero la contraseña de la Fiscalía en el corchopan de la cafetería, cuestión de confianza.

Segundo golpe al presidente tentetieso: la imputación tres personas de su máxima confianza. Su exmano derecha, José Luis Ábalos, envuelto en una trama de corrupción digna de Torrente, su mujer por tráfico de influencias y su hermano por, entre otras cosas, crearle un puesto de trabajo para no ir a trabajar. Vamos, el sueño de cualquier nini. Ya lo decía Fofito: 'no hay nada como la familia unida'.

Cuestión de confianza, golpe número tres al tentetieso de Sánchez. Presenta un decreto ómnibus, que finalmente se convierte en un decreto 'microbus' porque Puigdemont quiere dejar fuera los dineros, quiere negociar de tú a tú con el Gobierno. Cuestión de confianza. La España plural consiste en pactar una financiación singular.

Sánchez, en quien más confía es en sí mismo y por eso se ha convertido en el Iñaki Perurena de la negociación. Va a levantar pesadas piedras para buscar votos, y si para que siga de pie el tentetieso tiene que conceder una amnistía, indultos, reformar el código penal o conceder una fiscalidad singular, lo va a hacer. No son votos debajo de las piedras, son votos que pesan como piedrasEl truco es el peso, que no le permite caerse, pero no va a ningún lado. Nunca avanza, gira y gira, pero siempre se queda en el mismo sitio

Si queremos darle la vuelta a un tentetieso no debemos golpearle. La única manera de desactivarlo es quitarle el peso que tiene dentro. Sánchez se ha convertido en ese dentista donde el cliente llamado Puigdemont le agarra y le dice: 'No nos haremos daño, ¿verdad?'. Cuestión de confianza porque como piensa Puigdemont: 'Donde hay confianza, rasco.