Miembros del programa Copernicus han previsto que este próximo verano de 2024 no será tan tórrido como ya lo fue su predecesor. A pesar de que los registros sobre las temperaturas de los últimos meses  muestran que enero, febrero y marzo fueron los más cálidos desde que se estudian los termómetros, los pronósticos sobre este verano apuntan a que este será mucho menos caluroso que el anterior de manera generalizada.

Y es que el verano de 2023 supuso un punto de inflexión sobre cambio climático en Europa, siendo el segundo año más caluroso desde que existen registros y el número uno en cuánto a cantidad de situaciones extremas. Debido a las numerosas máximas registradas, los científicos advirtieron hasta 10 días de lo que se conoce como “estrés térmico”, una condición que puede afectar gravemente al estado de salud.

El Niño se aleja de Europa

Según han señalado desde Copernicus, el motivo por el que el verano de 2024 se prevé mucho más estable en los termómetros, se debe a que Europa experimentará la parcial retirada del fenómeno conocido como El Niño, provocado por el cambio climático y caracterizado por olas de calor en tierra y en mar,  sequías e inundaciones. El nombre de este fenómeno climatológico viene dado por su oposición y antítesis, La Niña, caracterizado por un enfriamiento generalizado. "Sabemos que grandes partes del mundo no están ya bajo los efectos de El Niño, que llegó a su pico en diciembre o enero. Ahora estamos en una retirada del fenómeno y las previsiones sugieren que vamos a un estado o neutro o anterior", han apuntado portavoces de Copernicus, que también han añadido que aún hacen falta más datos para llegar a una conclusión definitiva. 

El "verano de récord" de 2023

"Es muy probable que los meses de junio, julio y agosto no van a ser más cálidos de la media de las temperaturas en Europa", ha afirmado un miembro del servicio de observación de la tierra de la Comisión Europea (Copernicus), durante la presentación del informe correspondiente a lo que sucedió en 2023. Dicho documento habla de lo especialmente caluroso que fue ese año y además analiza cómo los niveles de calor pudieron afectar a la salud de los europeos en lugares dónde hubo verdaderos hitos, como los más de 48 grados que se registraron en Sicilia y en otras zonas del sur de Europa -en julio, en Córdoba llegó hasta los 44,5ºC- o el "mayor incendio forestal jamás registrado", ocurrido en GreciaCabe recordar que los desastres climatológicos también se tradujeron en pérdidas humanas. El año pasado murieron en Europa 63 personas debido a las tormentas, 44 por inundaciones y otras 44 por distintos incendios. Además, las situaciones extremas causaron unas pérdidas de hasta 13.400 millones de euros, de las cuáles el 81% se asignó a las diferentes riadas que afectaron a aproximadamente 1,6 millones de personas en el continente. 

El "estrés térmico" podría ser una consecuencia mortal

En el informe realizado por Copernicus sobre el verano de 2023, el calor afectó de una forma clara a la salud humana. En este documento, se incluye el concepto de "estrés térmico", que mide cómo responde el cuerpo humano al impacto de las altas temperaturas combinadas con humedad o la velocidad del viento, algo que podría resultar mortal para algunas personas. Y es que según los científicos que han colaborado con el programa, una exposición prolongada al estrés térmico puede agravar algunas enfermedades y aumentar el riesgo de sufrir otras. Sus causas son el calor, el agotamiento por calor o la insolación y afecta especialmente a la población más vulnerable, como personas mayores y niños. 

Precisamente 2023 fue el año en el que más días de estrés térmico extremo se registraron, llegando a sensaciones térmicas de hasta 46 grados. Según los estudios también durante ese verano en determinadas zonas sí se produjo un fenómeno que podría relacionarse con el aumento de la mortalidad en las últimas dos décadas, que ha crecido un 30%. En zonas como en España y el resto del sur europeo llegaron a ser hasta 10 días en las que sus habitantes estuvieron expuestos a riesgos para su salud debido al calor. Tal y como señalan desde Copernicus, "esta tendencia es especialmente preocupante, dado que Europa registra un número creciente de días con estrés térmico fuerte como mínimo y en 2023 experimentó un número récord de días con estrés térmico extremo".

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