El despliegue policial no tiene límites cuando se trata de desahuciar a una persona y este miércoles, aún a oscuras y bajo la lluvia, un operativo de siete furgones y 60 policías, según trasladan testigos, se han personado en la calle Magrat de Mar de Vallecas (Madrid) para dejar en la calle a Mariano, vecino del barrio desde hace más de 50 años. Los colectivos y sindicatos de vivienda no pensaban permitir que este tercer intento de desalojo se llevase a término y para ello se han descolgado de la fachada con equipo de escalada.

Antes de las 7:00 horas el portal ya había sido desalojado por el operativo policial, que ha expulsado a los allí congregados para evitar la actuación. Sin embargo, un par de militantes del movimiento de vivienda ha decidido descolgarse de la fachada utilizando equipo de escalada y portando carteles que rezan “bomberos no desahuciéis”, después de que la policía llamase a estos funcionarios. Detrás de la propiedad en juego se encuentra una familia aristócrata, cercana al dictador Francisco Franco y con al menos 13 viviendas, tres espacios hoteleros y cotos de caza, aluden los colectivos.

“Los rentistas de su casa dejaron de cogerle el alquiler y después le demandaron por no pagar y echarle. Nos colgamos para evitar que Mariano se quede en la calle y los señoritos acaparen más casas”, ha trasladado la PAH. Rápidamente ha salido al quite una red de bomberos contra los desahucios, que han pedido a sus compañeros de Madrid que no intervengan en un acto que “usurpa derechos fundamentales” y reediten la posición que el cuerpo al completo dejo claro hace años.

Sin embargo, los Bomberos de Madrid han decidido colaborar con los antidisturbios para descolgar a uno de los vecinos que está luchando por la casa de Mariano. “Están cortando un árbol para poder acceder y desahuciar a Mariano”, ha ido relatando la PAH Vallekas, perpleja ante esta “vergüenza” y preguntándose “¿cuántos recursos públicos destinados a echar a la gente de su casa?”. El árbol ha caído y la escalera con cesta ha subido hasta el piso donde se encontraba descolgado el militante. 

“Llegan a la ventana para desahuciar”, han compartido un vídeo. “Hoy la policía y los bomberos culminan en plan de la familia Díez de Rivera Elzaburu, multipropietaria”, ha lamentado la PAH. Finalmente, bomberos y antidisturbios han trabajado conjuntamente para desenganchar a uno de los que protestaban colgados. Sin embargo, en el interior había otra persona descolgada por el patio de luces, donde no puede acceder ni la autoescalera ni la policía. “Bomberos, no desahuciéis”, recoge también la pancarta que sujetaba.
Vecina colgada patio interior. PAH Vallekas.

“Ya han bajado a las dos militantes de la fachada principal. Queda la tercera compañera que está colgada del patio interior y cuyo punto de anclaje es la puerta de la vivienda de Mariano”, trasladaban desde el movimiento de la vivienda. Esto supone un gran riesgo, razón por la que “si bomberos no intervienen, no se ejecuta el desahucio”, pero “si tiran la puerta abajo, peligro”. "Despliegue de policía y bomberos para sacar a la compañera que está colgada en el patio interior", llegaba después.

Los bomberos han montado una colchoneta en el patio interior ante la posible caída que podría propiciar la apertura de la puerta principal, a la que está anclada la sujeción de la militante que resiste colgada del patio interior. Simultáneamente, los antidisturbios han accedido a la vivienda por la ventana exterior y con la ayuda de la escalera de los bomberos y uno de sus operarios. “Todos los recursos del Estado a disposición de los propietarios para poder hacer negocio con la vivienda, supuestamente un derecho constitucional”, denuncian desde PAH Vallekas.

El desahucio finalmente se ha producido y aunque “Mariano no está solo”, el sabor se torna agridulce en la boca de los cientos de compañeros que han luchado para que su vecino enfermo pudiese mantener su hogar. El precio que pagará Mariano es alto, igual que el de la PAH Vallekas y el resto de asociaciones y sindicatos allí presentes, que han sufrido además la detención de dos militantes del movimiento de vivienda. Sin embargo, queda el orgullo y la esperanza de que este miércoles al rentismo no le ha sido fácil y nunca lo será si encuentran a los vecinos unidos y organizados.