La Atención Primaria sigue sufriendo los efectos de la variante Ómicron y con decenas de personas haciendo cola a las puertas de los centros de salud, las urgencias advierten de la peligrosidad de celebrar la Navidad sin cumplir con las medidas de prevención para evitar contagiarse.

El interés de los españoles en hacerse pruebas rápidas para saber si está contagiado antes de la cena de Nochebuena, ha hecho que los centros de salud se encuentren al borde del colapso. Una presión asistencial que podría aumentar la próxima semana.

Los sanitarios temen el impacto de las navidades en los centros de salud y alertan a los ciudadanos de que si se celebran como era costumbre antes de la pandemia de la Covid-19, "el impacto podría ser brutal" en los hospitales.

Según relata el jefe de Urgencias en el Hospital Clínico San Carlos, Juan González Armengol, a 20minutos, la sexta ola está afectando a las urgencias y cree que "se están multiplicando por dos las asistencias": "Es verdad que muchos casos son formas leves, si no, estaríamos completamente colapsados como sistema, pero poco a poco van aumentando las hospitalizaciones y los pacientes que ingresan en UCI".

Una advertencia similar a la que hace al mismo medio el coordinador de investigación del servicio de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona, Òscar Miró, quién asegura que la atención de madrugada también ha aumentado, tras el retraso con los pacientes que llevan esperando varias horas: "Están al límite del colapso". 

Una preocupación por el posible aumento de los contagios y las hospitalizaciones, que el vicepresidente de la Sociedad Española Medicina Urgencias-SEMES, Pascual Piñera, ya está viviendo en el hospital en el que trabaja: "Ahora mismo estamos en una situación crítica. En la UCI, más de la mitad de los pacientes son COVID. En planta, hay 33 y estamos pensando en abrir una nueva ala para este tipo de enfermos. La semana pasada vivimos situaciones de saturación y solo conseguimos superarlas suspendiendo cirugías".

Los especialistas no esperan que la cosa "vaya a mejor" y defienden el peligro de las reuniones sociales que se producen durante estos días: "Teniendo en cuenta los contactos de las próximas dos semanas, es probable que esto vaya subiendo progresivamente. El año pasado, desde el 10-12 de enero hubo un pico terrible hasta finales de marzo".