La Unión Europea ha advertido de la alta propagación de la tosferina, que se ha multiplicado por diez, con especial riesgo en los menores de seis meses. A lo largo de 2023 y hasta abril de 2024 se han detectado en los países de la Unión Europea más Noruega, Islandia y Lichtenstein 60.000 casos de tosferina, cifras diez veces mayores que en 2021 o 2022. Así lo ha comunicado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.

Este organismo, con sede en Copenhague, ha recordado que la tosferina causa epidemias incluso en los países con una alta tasa de vacunación en fases que van de tres a cinco años y que el grupo de mayor riesgo son los bebes de menos de seis meses no inmunizados o parcialmente inmunizados. Estos pueden requerir la hospitalización o incluso morir a causa de esta bacteria, que es altamente infecciosa.

“El incremento del número de casos de tosferina en Europa demuestra que debemos mantenernos vigilantes. Es una enfermedad seria, en particular para los bebés”, ha dicho Stella Kyriakides, comisaria europea de Sanidad. En el mismo sentido, ha agregado: “Disponemos de vacunas seguras y efectivas que pueden prevenirla. La vacunación es nuestra herramienta clave para ayudar a salvar vidas y evitar que la enfermedad se difunda aún más”.

Por ello, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades ha instado a las autoridades sanitarias a reforzar los programas de vacunación para lograr una cobertura de la población infantil, lo que pasa por completar a tiempo la inmunización primaria y suministrar también las dosis de refuerzo conforma a los calendarios de vacunación nacionales.

Además, el organismo también ha recordado que las vacunas en el segundo o el tercer trimestre del embarazo es un medio muy efectivo para prevenir la enfermedad en recién nacidos que todavía no han recibido la inmunización y que por ello se encuentran en una situación de importante riesgo.

El aumento en los casos de tosferina está relacionado con varios factores, que se suman a las epidemias que se producen de forma regular. Entre ellos destaca la existencia de individuos sin vacunar o que no están completamente inmunizados, y la menor inmunización natural entre la población debido al efecto de la pandemia del coronavirus.

Qué es la tosferina

La tosferina o pertussis es una infección respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis (B. pertussis). Se trata de una patología infecciosa endémica a nivel mundial, con un patrón epidémico cíclico y altamente contagiosa.

Su capacidad de contagio es muy elevada, pudiendo producirse a partir de personas enfermas o asintomáticas, y se transmite por vía aérea. Afecta a todos los grupos de edad, con importante morbimortalidad en menores de tres o cuatro meses.

El 76% de los casos de tos ferina ocurre en menores de 14 años y el 15% se diagnostica en adultos entre los 25 y 54 años, como recoge el informe 2055-2020 de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

Síntomas de la tosferina

Los síntomas que causa la tosferina son ataques de tos convulsiva que suelen terminar en una inspiración larga acompañada de un silbido agudo. En los lactantes menores de seis meses, la tosferina presenta mayor riesgo de complicaciones, como neumonía y encefalopatía.

Además, hay que tener en cuenta que el diagnóstico frecuentemente se retrasa, debido a que sus síntomas clínicos son muy específicos y se puede confundir con un catarro común. No obstante, en el caso de los bebes los síntomas pueden incluir pausas de apnea con y sin cianosis o vómitos postusígenos.

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