Los efectivos de la operación de rescate a Julen Roselló han realizando ya la nueva microvoladura, que es la cuarta empleada en el proceso, para proseguir con los trabajos de la galería horizontal que se excava para intentar encontrar al pequeño niño malagueño.

Fuentes del operativo explicaron que los mineros pretenden hacer un un cale: un agujero por el que meter una pequeña cámara y ver si, en efecto, el pequeño está al otro lado.

Lo que se trata es que el agujero permita la comunicación entre los dos túneles verticales. En cuanto que sea posible, la Brigada de Salvamento introducirán allí la cámara para comprobar que Julen se encuentra, tal y como estiman los cálculos, entre las cotas -71 y -73 metros.

De ser así, se abrirán ante el operativo dos posibles finales: El primero, el que todos deseamos, que Julen esté vivo.  En ese caso, actuarán de inmediato desde el 061 Urgencias Sanitarias de la Junta de Andalucía. Un helicóptero de la Guardia Civil se encuentra ya en la zona para facilitar el traslado urgente del menor.

Si, por el contrario, los mineros encontraran en el pozo el cuerpo sin vida de Julen, la autoridad la tendría desde ese mismo momento el Juzgado número nueve de instrucción de Málaga, inmerso ya en la investigación sobre las circunstancias concretas de la caída del pequeño niño malagueño.